La levantadora navarra logra un total olímpico de 206 kg en su segundo Mundial y consolida su crecimiento dentro del equipo español
El Mundial Absoluto de Halterofilia, que se disputa en Førde (Noruega), sigue dejando buenas sensaciones para la delegación española. Tras el éxito de María Olalla en la jornada anterior, este domingo fue el turno de Naroa Arrasate, que completó una destacada actuación con un total olímpico de 206 kilos.
A sus 22 años y con menos de dos temporadas en la alta competición, Arrasate se ha consolidado como uno de los nombres más prometedores del panorama nacional. La deportista navarra llegaba a la cita con la confianza que le dio su podio en el Europeo de Moldavia, el pasado mes de abril, un resultado que la situó definitivamente en el radar internacional.
La levantadora reconoce que, en ocasiones, aún siente el llamado “síndrome de la intrusa” cuando comparte entrenamientos con referentes como David Sánchez o Marcos Ruiz, aunque transforma esa sensación en motivación. “Estoy entrenando duro para poder dar lo mejor de mí en este Mundial”, señalaba antes del viaje a Noruega, subrayando que su gran objetivo a corto plazo es el Europeo Júnior de Albania, que se disputará entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre.
En Førde, Arrasate levantó 90 kg en arrancada y 116 kg en dos tiempos, para un total olímpico de 206 kg. Su actuación le valió la 14ª posición mundial en arrancada, la 13ª en dos tiempos y la 13ª en el total olímpico, un resultado de gran mérito en apenas su segundo Mundial —tras debutar en Baréin—.
Su regularidad y madurez competitiva confirman la progresión constante de una atleta que apunta a convertirse en una de las figuras de referencia de la halterofilia española en los próximos años.