La etapa, con 175,3 kilómetros de recorrido íntegramente por carreteras navarras, dejó huellas imborrables en cada rincón de la comunidad
Navarra volvió a iluminarse bajo el bosque de emociones que regala la Vuelta a España. La etapa dejó huellas imborrables en cada rincón de la comunidad: Sendaviva en Arguedas, el paisaje deslumbrante de las Bardenas Reales y la majestuosidad del Pirineo en Belagua. Un recorrido que no solo midió fuerzas entre los mejores, sino que encendió la pasión de quienes viven el ciclismo como un modo de historia, esfuerzo y orgullo regional.
La mañana comenzó con una expectación difícil de describir. Desde las puertas del parque Sendaviva hasta la llegada en El Ferial de Larra Belagua, miles de aficionados alinearon las cunetas, desplegando banderas, cánticos y una energía que hacía temblar el aire. Cada kilómetro fue una celebración del deporte, de la perseverancia y del vínculo entre Navarra y el ciclismo profesional, un vínculo que la Fundación Miguel Indurain ha sabido agradecer y fortalecer a lo largo de los años.
Resultados destacaron la verdadera esencia de la jornada: una llegada en solitario, con Jay Vine (UAE Team Emirates) como ganador y la confirmación de que la Vuelta sabe premiar la constancia. Pablo Castrillo y Javier Romo (Movistar Team) escoltaron el podio final, mientras Jonas Vingegaard continúa liderando la prueba tras la subida final a Belagua, luciendo con orgullo el maillot rojo.
El acto social y deportivo estuvo marcado por la presencia de figuras que hacen del ciclismo una historia compartida. La presidenta de Navarra, María Chivite, y el director gerente del INDAF, Jorge Aguirre Oviedo, acompañaron a los protagonistas en una jornada que tuvo el sello de la memoria y la proyección.
Pero, sin duda, el momento más emotivo fue la presencia de Miguel Indurain, presidente de honor de la Fundación, símbolo vivo de la tradición y la grandeza del ciclismo en Navarra.
La jornada dejó una sensación indeleble: Navarra no solo fue testigo, sino protagonista. Un paisaje que inspira, una comunidad que late y una historia que se escribe entre curvas, esfuerzos y victorias. La Fundación Miguel Indurain agradece a todos los que fortalecen este legado y, especialmente, a cada aficionado que convirtió esta etapa en una celebración de la vida y del deporte.