El programa de captación, impulsado por la Federación Navarra de Deportes de Invierno, está respaldado por la Fundación Miguel Induráin Fundazioa
El esquí de fondo en Navarra sigue avanzando con un programa de captación de talentos que busca no solo descubrir a las futuras promesas de este deporte, sino también consolidar una base de esquiadores que garantice su crecimiento y continuidad. Esta iniciativa, impulsada por la Federación Navarra de Deportes de Invierno (FNDI) con el respaldo de la Fundación Miguel Induráin, se desarrolla en las instalaciones de Larra-Belagua, un enclave privilegiado en pleno Pirineo navarro.
El programa se lleva a cabo en distintas fases entre los meses de enero y abril, bajo la coordinación de Unai Sanz Vallés, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y técnico de la Federación Navarra de Deportes de Invierno. Con una sólida trayectoria en la competición de esquí de fondo, Sanz Vallés lidera la planificación y ejecución de las actividades, asegurando un proceso de detección y formación de talentos estructurado y eficaz.
Ernesto Modrego, gerente de la Fundación Miguel Induráin, destaca la importancia de esta propuesta: “Es una iniciativa de la Fundación que aprovecha la singularidad de nuestras instalaciones para el esquí de fondo, con el objetivo de captar talentos para este deporte. Llevamos ya cuatro años colaborando con la Federación Navarra”.
Desde la Federación, Amaya Silva Pérez, responsable de administración, subraya que el programa va más allá de la detección de talento. “Nuestro objetivo es consolidar una base sólida de deportistas que garanticen el futuro del esquí de fondo en la comunidad. Apostamos por una formación progresiva y estructurada que permita a los jóvenes desarrollar sus habilidades en un entorno motivador, fomentando su continuidad en la práctica deportiva y su participación en la competición”.
Además, la estrecha colaboración entre la Federación Navarra de Deportes de Invierno y Unai Sanz Vallés garantiza que todas las fases del programa se desarrollen de manera alineada con sus objetivos. Mientras que la Federación aporta el respaldo institucional y los recursos necesarios, Sanz Vallés se encarga de la supervisión técnica y metodológica, asegurando que el proceso de captación se realice con los más altos estándares de calidad.
Silva también destaca el papel fundamental de la Fundación Miguel Induráin en el desarrollo del programa: “Su respaldo económico es clave para que esta iniciativa salga adelante. Gracias a su compromiso con el deporte navarro, se facilita la detección de talento y se brinda a los jóvenes la oportunidad de iniciarse en la competición, promoviendo valores como el esfuerzo, la perseverancia y la pasión por el esquí de fondo”.
Además de impulsar el talento individual, este programa busca reforzar los clubes navarros de esquí de fondo. Así lo explica José Luis Potoc Morales, vicepresidente de la Federación Navarra de Deportes de Invierno: “Otro de los objetivos de la campaña es nutrir de nuevos deportistas a los clubes navarros, como el CE Huarte, CD Irrintzi y el Pirineos del Roncal, con la esperanza de que en el futuro puedan brindarnos grandes triunfos”.
Un proceso detallado para detectar talento
Unai Sanz Vallés, coordinador del programa, destaca el papel fundamental que juega la Campaña Escolar de Esquí de Fondo en la detección de nuevos talentos: “Entre los muchos objetivos que tiene la campaña escolar de esquí de fondo, la detección de talentos es clave. Es un proceso vital para la Federación, ya que de aquí se nutren los distintos clubes navarros”.
Sanz Vallés subraya la importancia del equipo humano que interviene en el programa: “Los monitores de la campaña escolar son quienes hacen el trabajo a pie de pista. Están en contacto directo con el alumnado y, por tanto, son quienes mejor los conocen. Estamos hablando de cientos de estudiantes, unos 4.000 a lo largo del curso, a los que hay que evaluar para determinar si tienen potencial para continuar más allá de la campaña escolar”.
Para facilitar esta labor, el programa cuenta con una herramienta informática que permite registrar información clave. “Los monitores van introduciendo datos en una base de datos a lo largo de la semana, identificando a los alumnos y alumnas que consideran que reúnen las condiciones adecuadas”, explica Sanz Vallés.
En cuanto a la organización del proceso, señala: “Me coordino con la directora de la campaña, Amaya Mozo, y juntos diseñamos la formación. A mí me corresponde darles formación sobre los aspectos que deben evaluar. Además, superviso la selección de los alumnos en cada tanda para asegurar que el proceso de captación sea riguroso y eficaz”.
Para identificar a los esquiadores con mayor potencial, Sanz Vallés detalla los criterios que se siguen: “Tenemos bastante claro qué características debe reunir una persona para poder integrarse en un club y dar continuidad a su formación en el esquí de fondo. Valoramos principalmente su interés, su capacidad de aprendizaje y la implicación de sus familias, ya que su apoyo es fundamental para que el deportista pueda seguir avanzando en este camino”.
Gracias a este programa, el esquí de fondo en Navarra sigue fortaleciéndose, asegurando que las generaciones futuras tengan la oportunidad de desarrollar su talento en un entorno óptimo y con el apoyo necesario para alcanzar el máximo nivel competitivo.