El pasado miércoles 28 de marzo partían de Pamplona los regatistas seleccionados para representar a Navarra en el Campeonato de España de la clase Optimist. Saioa Belzunce y Lucas Parra conformaban la selección. Una selección que, por una regla injusta por su literalidad y generalidad en la interpretación, nos hacía perder una tercera plaza que correspondía a la federación y que dejaba a Eneko Zubeldía en dique seco.
El equipo dirigido por Dani Peralta entrenaba en aguas de Cambrils ese mismo día; objetivo, romper el hielo con campo de regatas desconocido y una prueba de estas dimensiones con 150 participantes.
Los dos primeros días de competición se disputaron bajo unas condiciones inestables de viento, tanto en dirección como en intensidad. El jueves 29 de marzo consiguieron realizarse 2 mangas con un viento que llegaba a los 10 nudos en sus buenos momentos.
El viernes 30, aunque amaneció con algo más de presión en la racha esta fue cayendo paulatinamente para terminar en una tormenta que alcanzó los mas de 30 nudos de viento, dificultando mucho el final de la segunda manga, que aun así se dio por válida.
La tormenta del viernes, fue un presagio de lo que el sábado les aguardaba. Una noche movida despertaba a la flota con una alerta naranja en la costa tarraconense. Viento mantenido por encima de los 45 nudos y rachas que alcanzaban los 60 hacía amarrar la flota a tierra y cambiar las tácticas de regata por las relaciones sociales. Un día, a pesar de todo, muy bonito en el que nuestros chicos estrecharon relaciones en un día de compañerismo compartido con los compañeros de los equipos vasco y cántabro. Todo es regata.
El domingo, último día de competición, comenzó dubitativo; dos mangas anuladas por inconsistencia del viento. Pero acabó estabilizándose en los 8-10 nudos de 180/200º. Y lo hizo tan bien que se consiguieron realizar 4 mangas. Mangas que sirvieron para ver resurgir a María Perelló, actual campeona de España y del mundo de la clase. Dos primeros puestos, un segundo y un tercero, conseguían arreglar sus resultados de los dos primeros días de competición, y la catapultaban a la cabeza de la clasificación, revalidando su título de campeona de España. Su victoria servía también para certificar el dominio de los regatistas insulares en la categoría –los cinco primeros puestos de la clasificación general han estado dominados por componentes de las federaciones balear y canaria-.
Han sido unos días intensos en trabajo y esfuerzo. Emocionantes en lo vivido.
Una reflexión final: existen dos razones fundamentales por las que merece la pena competir: una es experimentar la posibilidad de ganar, y por la que normalmente lucha menos de un 10% de quienes compiten, sea el deporte que sea. El otro 90% tiene una razón aun mejor por la que medirse a los demás: competir para aprender. Estoy seguro que los nuestros, Saioa y Lucas, aprendieron y mucho.
El año que viene más, y seguro que mejor.