El pasado fin de semana (5 y 6 de mayo) el Complejo Polideportivo de Betoño de Vitoria ha sido el anfitrión de la IV Edición del Torneo Internacional para Escuelas de Rugby Araba Cup, en el que se ha dado cita en torno a 600 chicos y chicas de entre 8 y 14 años, pertenecientes a 14 clubes; llegados de distintas comunidades y de otros países limítrofes como Portugal.

El torneo, que en su mayor parte carece de clasificaciones (salvo infantiles y alevines), quiere ser un encuentro de Rugby y convivencia cuyo premio se entrega al equipo que mejor representa el espíritu y los valores del Rugby, más allá de los resultados obtenidos en el campo y que en esta ocasión era un trofeo-escultura realizada por el artista Imanol Marrodán. El equipo merecedor del galardón ha sido el Real Grupo de Cultura Covadonga de Gijón.

El equipo navarro de La Única, presente en Vitoria desde la primera edición, presentaba combinados en todas las categorías: Sub.10 (Pre benjamines); Sub.12 (Benjamines) y Sub. 14 (Alevines); además de completar la plantilla del Gaztedi en el cuadrangular infantil.

Buen trabajo de Alevines y Benjamines y fantástico el de los más chiquitos.

En esta última categoría los de La Peña se integraron con el equipo organizador (Gaztedi) y en los primeros lances no tuvieron mucha presencia en el juego. Pero con el devenir del campeonato los técnicos vitorianos se dieron cuenta de la calidad de los nuestros, que tomaron mayor protagonismo y ayudaron a los Gasteiztarras a acabar en tercera posición.

A los alevines les tocó “bailar con la más fea” pues esta era la categoría con mayor nivel del certamen, en la que concursaban escuadras como el Gaztedi (invicto durante todo el campeonato) o El Salvador A vallisoletano que sólo perdió un partido. Los nuestros comenzaron fríos y su juego fue evolucionando del “algo flojito” de los primeros choques al “bastante bien de los postreros”.

Los benjamines participaron formando simbiosis con el GEIEG gerundense, circunstancia que motivó que los primeros lances fueran algo “caóticos” debido a la natural falta de compenetración. Superado este escollo, los partidos siguientes fueron mucho mejores.

Y, en un torneo en el que la clasificación queda en un segundo plano, nuestros jugadores más jóvenes (pre – benjamines) fueron quienes más alto dejaron el pabellón foral, ya que presentaron una inmaculada tarjeta a la finalización del campeonato que mostraba 4 victorias y dos empates tras seis encuentros disputados, donde desarrollaron un magnífico Rugby además de hacer gala de una fenomenal entrega.

Éxito de este nuevo encuentro festivo de la cantera del rugby que se vivió en parajes tan bellos como el mismo Complejo de Betoño o  la Isla de Suhatza, en el que la camaradería y el cariño por un deporte fueron las notas dominantes a lo largo de este fin de semana.