Iruña 14 - Arratiko 35.
Alineación del Iruña:
1.- Eneko; 2.- Tafo; 3.- Manu; 4.- Guillén; 5.- Peña; 6.- Frodo; 7.- Rafa; 8.- Lucas; 9.- Juanma; 10.- Pedro; 11.- Borja; 12.- Palen; 13.- Alberto; 14.- Jesús; 15.- Txipi; 16.- Nestor; 18.- Novel; 19.- Iza; 20.- Fran; 22.- Zugasti; 25.- Iñaki
El pasado fin de semana se disputó en Mutilva el último partido de la segunda fase que enfrentaba a un Iruña con el 15 inicial muy condicionado por las bajas (no estaban ni el talonador, ni la tercera línea habitual), mientras que el Arratiko se plantó en Pamplona con la actitud y la gente necesaria para un partido de la relevancia del que se disputaba en el pasto universitario.
El partido comenzó con una fase de indolencia del equipo local. Se encontraban fuera del partido y el equipo visitante aprovechó la circunstancia para obtener dos ensayos (y sus transformaciones) en los primeros 10 minutos para poner tierra de por medio con el 0 a 14 en el tanteador.
Para colmo de males, la actuación y actitud del árbitro dejaban mucho que desear, no acertaba con los golpes de castigo y provocó que ambos equipos emprendiesen un periodo de juego excesivamente rudo y con poca fluidez.
Antes del final de la primera parte, en los minutos 27 y 36, el Arratiko dobló el castigo del Iruña: volvió a anotar otros dos ensayos, aderezados de nuevo con las transformaciones a palos y puso el 0 a 28 en el luminoso mandando a todo el mundo a descansar.
El inicio de la segunda mitad se podría definir como un “bucle espacio – temporal” ya que no fue diferente al final de la primera y mostró al Arratiko volviendo a anotar y transformando el lanzamiento a palos subsiguiente. El marcador no paraba de moverse y siempre en la dirección contraria a los intereses del Iruña. 0 – 35 y todo el segundo acto por disputar.
Pero, a partir de este momento y gracias, en parte, por los cambios introducidos en el XV navarro; el juego de Iruña comenzó a mejorar a base de actitud, esfuerzo y agresividad.
Juanma se echó el equipo a sus espaldas y comenzó a jugar su mejor rugby, movía a la delantera, jugaba con la línea y dirigía al equipo con criterio.
Así en el minuto 75, éste jugaba con la línea y Javier Palencia rompía la defensa del equipo visitante. Tras recorrer varios metros era placado y de forma increíble, lograba pasar el balón de nuevo a Juanma que ensayaba bajo palos, dedicando el ensayo a la afición presente en el campo. Pedro lograba transformar y el marcador comenzaba a maquillarse con el 7 – 35.
Apenas unos minutos después, Pedro logró el segundo ensayo para las huestes locales y Juanma se encargaba de colar la patada entre los palos culminando así su gran partido y colocando el definitivo 14 a 35 en el luminoso.
El resultado contundente mostró la diferencia del juego entre ambos equipos, especialmente durante la primera mitad. Pero en la segunda se pudo advertir lo mejor del choque para los navarros con el cambio de actitud y la garra demostrados.