La inactividad deportiva en esta época marcada por el corona virus nos llevó a plantear a la comunidad rugbística navarra una pequeña encuesta en el que se les pediría que opinaran qué quince jugadores de todos los tiempos conformarían la mejor selección mundial.
Además, y arrimando el ascua a nuestra sardina, también se les solicitó que ampliaran este análisis al rugby más cercano para confeccionar el “All Star” del rugby foral.
Así, una quincena de jugadores, exjugadores, técnicos y aficionados; se pusieron manos a la obra y estrujaron sus neuronas para llevar a cabo este trabajo que ha dado los siguientes frutos:
El mejor equipo del mundo
Comenzando por el XV intercontinental, diecinueve jugadores (hubo empates en cuatro puestos) conformaron una escuadra a la que Francia contribuye con cuatro integrantes; tres pusieron Inglaterra, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda y cerraron la lista Argentina, Irlanda y País de Gales con un jugador por barba.
En la posición de “pilier izquierdo” encontramos la figura del británico Jason Leonard, cuya carrera se dividió entre los Saracens y los Harlequins FC y que fue campeón de la Copa del Mundo de 2003 disputada en Australia.
Con el número dos a la espalda y en la posición de “talonador”, el favorito fue Rafael Ibáñez, jugador francés de padres españoles y que tiene en su palmarés cuatro victorias en el Torneo de las Seis Naciones.
Completando el dúo de pilares, el nombrado por la Unión Argentina de Rugby como “mejor pilar de la historia”, Rodrigo Roncero, se erigió como preferido de los encuestados.
Para la segunda línea, dos grandes elementos: el sudafricano del RC Toulon, Eben Etzebeth, dos veces nominado a Mejor Jugador del Mundo (2013 y 2014) y Campeón el pasado año de la Copa del Mundo de Japón; y el australiano John Eales, doble Campeón del mundo (Inglaterra 1991 y Gales 1999), considerado como uno de los más grandes jugadores en su posición de la historia y más conocido en el ambiente rugbístico como “Nobody” (nadie), porque… “nadie es perfecto”.
Entramos en la primera línea para mostrar a los mejores en la posición de Flanker y Tercera Centro u “octavo”: como “flankers” anotamos al neozelandés Richie McCaw, doble Campeón de la Copa del Mundo y uno de los pocos que ha sido elegido como “Mejor Jugador del Mundo” en tres ocasiones (2006; 2009 y 2010); y a otro ilustre, el australiano François Piennar capitán de los “springboks” en la Copa del Mundo de Sudáfrica de 1995, donde el título recayó en el conjunto local.
Finiquitando la línea, el “tercera centro” posición en la que empataron dos grandes jugadores, el vascofrancés Imanol Harinordoki, cuádruple Campeón del Seis Naciones y que desarrolló el grueso de su carrera en el Biarritz Olimpique y otro deportista neozelandés, Zinzan “Valentine” Brooke, Campeón de la Copa del Mundo de 1987 disputada en Nueva Zelanda y del que se dijo que podría haber jugado en cualquier puesto por su enorme calidad.
Tras haber dado cuenta de la zona de delanteros, es el tiempo de conocer los mejores dentro de la “línea de tres cuartos”, comenzando por el “medio melé”, para el que también hubo división de opiniones que dieron como fruto a estos dos favoritos: el australiano nacido en Zambia, George Gregan, participante en cuatro mundiales, saliendo campeón en Gales 1999; y el sudafricano Joost Van Der Westhuizen, estimado como uno de los mejores en su puesto de toda la historia, Campeón en Sudáfrica 1995 y que falleció en 2017 víctima del ELA.
Menos batalla hubo para designar al jugador ideal para el puesto de “apertura” que recayó en el “dandy” inglés, Jonny Wilkinson. “Wilko”, cuya carrera fue lastrada por varias lesiones, fue Campeón en la Copa del Mundo de Australia 2003 y posee varios récords en su haber como el de ser el mayor anotador de drops en el rugby internacional con un total de 34. Además la Universidad de Surrey (su condado natal) en 2009 le otorgó un doctorado honoris causa por sus servicios a la industria deportiva
De igual modo, Jonah Lomu, se llevó con suficiencia el puesto de mejor “ala izquierdo”. El malogrado “wing” de los All Blacks, capaz de recorrer los 100 metros en 10.89 segundos, era famoso por su capacidad de intimidar al rival y es considerado como la primera superestrella mundial del rugby, cuyo hito más reseñable fue el subcampeonato en la Copa del Mundo de Sudáfrica de 1995.
Al otro lado del campo buscaremos al mejor “ala derecho”, zona para la que dos jugadores igualaron en cabeza: el galés Shane Williams, doble vencedor del Torneo Seis Naciones con el XV del Dragón y que ostenta el título de máximo anotador de ensayos de la historia de esta selección con 58. Y el australiano David Campese, mejor jugador de la Copa del Mundo de Rugby de 1991 en Inglaterra, en la que los "wallabies" se hicieron con el triunfo final.
De igual modo hubo una igualada en el caso de indicar el “primer centro”, donde os votos se repartieron a partes iguales entre el irlandés Brian O,Driscoll y el inglés Owen Farrel.
O,Driscoll, quien desarrolló toda su carrera en el Leinster Rugby, jugó 133 partidos con el XV del trébol, fue su capitán y es el máximo anotador histórico de ensayos (58), del Torneo de las Seis Naciones. Por su parte Farrel, actualmente en las filas del Saracens, es el capitán del XV de la Rosa desde 2019, escuadra con la que ha ganado dos Seis Naciones (2016 y 2017).
En penúltimo lugar salta a la palestra el “segundo centro” para el que emergió la imponente silueta del jugador “bleu”, Philippe Sella. El francés, con 111 internacionalidades a sus espaldas, disputó las primeras tres Copas del Mundo, siendo considerado el mejor jugador del mundo en su momento.
Y finalizamos con el “último de la fila” con el jugador ataviado con la zamarra número 15 y que responde al nombre de “zaguero”. Aquí, también fue un francés el que saboreó las mieles del triunfo, el elegante Serge Blanco. Apodado “le Pelé du rugby” y considerado como uno de los mejores jugadores en su puesto de todos los tiempos, tiene en sus vitrinas tres Torneos de las Seis Naciones (1981; 1987 y 1989) y un subcampeonato en la Copa Mundial de Nueva Zelanda donde cayó en la final frente al equipo anfitrión.
El “Olimpo Foral”
Todavía con la resaca provocada por tamaña constelación de estrellas, retornamos a la tierra firme para dar cuenta de modo más modesto de la quincena de jugadores que, a juicio de los encuestados, han sido la “crème de la crème” del rugby foral.
En esta lista, el club que más elementos aporta es el Iruña Rugby Club con siete; le siguen con tres La Única Rugby Taldea y el Baztán Rugby Taldea Menditarrak y cierran filas el Gigantes de Navarra Rugby y la Universidad Pública con un representante, respectivamente.
Comenzaremos de igual modo por los delanteros y para el puesto de “pilier”, los elegidos fueron el miembro de La Única RT, y expelotari, Rodrigo Elkano, más conocido como “Bubu” en los ambientes del deporte oval, al que también le dio tiempo a empuñar el silbato, según dicen, con más gloria que pena. Junto a él, el jugador el BRT Menditarrak, José Miguel “Poteto” Iribarren, elemento tenaz y sacrificado, siempre cerca y siempre apoyando.
Entre ellos y ejerciendo de “talonador”, el incombustible José Ignacio Archanco, quien, viviendo una segunda juventud, todavía se deja ver en las alineaciones del equipo sénior del Iruña RC.
Por delante en la melé, los segundas líneas: la inconmensurable fortaleza de Iñaki Ezkurra “Piku” (BRT Menditarrak), capaz de parar a una locomotora; unida a otro portento físico, Jesús Taboada “Tabu” (Iruña RC), internacional “B” y exjugador de la Santoboiana con la que ganó varias ligas y Copas del Rey, incluida la de 1989 en Pamplona.
En la labor de “flankers”, la contundencia en defensa y el gran placaje de Xabi Arrarás, (también miembro del conjunto de la Calle Mutilva) y Aitor Lasa “Tirili”, hábil fontanero e ilustre componente de “los de La Peña”, aunque una temporada “se vio arrastrado al lado oscuro” y defendió los colores del Iruña RC.
Y como último bastión de la delantera el “tercera centro”, plaza que fue otorgada al escurridizo jugador del Iruña RC, Samu Arrarás, hermano de Xabi y ambos oriundos de Ihabar, posiblemente el pueblo con menos habitantes del mundo y del que han salido más jugadores de rugby. Samu fue un jugador complicado de placar y que mostró su magia durante un par de años en Ordizia.
También de la escuadra que entrena y disputa sus partidos en la Universidad de Navarra son los dos próximos integrantes de este XV ideal del rugby navarro: Igor López, como “medio melé”, con su gran inteligencia, rapidez y precisión en el pase; y el gran Javier Goikoetxea, con una enorme carrera en el Arquitectura madrileño y en la Selección Española.
Preparados para volar en pos de la línea de marca rival, las dos alas de este equipo. Por la izquierda, el correoso jugador del Gigantes de Navarra Ion Ander Zanguitu, donostiarra de nacimiento, tudelano de adopción, que destacaba por ser un fajador nato, veloz y hábil de manos. Y por la derecha el “zakulari” de La Única RT, Patxi "Caballo loco" San Martín, cuya velocidad con un saco a sus espaldas le llevó a lograr una medalla de oro en la Olimpiada de Barcelona 92, donde el Herri Kirolak fue deporte de exhibición.
Pegadito al apertura se encuentra el “primer centro”, posición reservada en el “all star” foral a Juan Taberna (Iruña RC), un especialista en ganar la línea de la ventaja con pasado en Canoe y Cisneros. Su dificultad a la hora de ser placado le permitió anotar gran cantidad de ensayos.
A la derecha de Juan, colocaremos al baztandarra Iñaki Bengoetxea, un grandísimo placador que era una garantía en la línea. El “Mítico” siguió sentando cátedra tras colgar las botas interpretando con maestría el papel de entrenador en su BRT del alma.
Cerraremos la cuenta otorgando el número 15 a Arturo Landa, un “zaguero” con mucha clase, difícil de parar y espectacular en ataque que, tras iniciar su carrera en el equipo de la UPNA, también se dejó ver defendiendo la casaca del BRT Menditarrak.
Para completar este fenomenal elenco de músicos, nada mejor que un magnífico director de orquesta y, entre los muchos que han pateado la banda de los campos navarros nos vamos a quedar con Axio Araña, “alma mater” del AMPO Ordizia Rugby Elkartea con el que alzó la Copa del Rey del 2012, tras superar en la final disputada en Palencia al Cetransa El Salvador por 30 a 27. El técnico vasco recaló en La Única RT, y logró llevar a los “buitres carroñeros” al ascenso a División de Honor B.