Tras el partido de la última jornada de División de Honor B, La Única Femenino finalizó en la segunda plaza de su grupo, lo que le empareja con el primer clasificado del otro grupo, las Cocodrilas sevillanas. Bajo estas líneas puedes leer la crónica que nos enviaron desde el club del partido disputado en Gerona ante el GEiEG:

 

Partidazo por decidir que equipo quedaba líder del grupo, teniendo la ventaja de disputar la semifinal en su feudo.


Empezaron las catalanas con una auténtica declaración de intenciones, unos relances fortísimos, muy cerca de los agrupamientos, y aperturas a la línea que se situaba muy profunda para evitar el mínimo atisbo de presión defensiva.


La Única aguantó este primer envite, y sin descomponerse, conseguía mantener el partido en las inmediaciones del campo, retrocediendo metro a metro debido a un ataque muy penetrante. Tras el primer ensayo, las locales, se relajaron mentalmente y fue cuando La Única gozó de las mejores oportunidades.


Lástima que no se consiguiera puntos, en dos acciones, casi consecutivas, donde las escapadas de la ¾ hicieron peligrar el dominio local. Pudo ser el punto de inflexión del encuentro. Sin embargo, a escasos minutos para el final de la primera parte, un ensayo rojo ampliaba distancias permitiendo ir al descanso con un 10-0 a favor de las de Girona.


Las sensaciones eran positivas, un GEiEG muy potente, estaba siendo contenido por una delantera, muy trabajadora como siempre. Y la línea cuando conseguía transmitir daba mucha sensación de peligro. El partido estaba competido.


Pero, nada más lejos de la realidad, la segunda parte que suele ser el despegue de La Única, fue el reflejo de un fuerte pinchazo mental. El GEiEG salió decidida a sentenciar el partido y a no regalar nada. Las melés empezaron a fallar y sin posesión, comenzó a pasar factura el desgaste de la primera mitad.


Muy poco balón que duraba segundos. Las abiertas fueron un quebradero de cabeza, perdiendo innumerables balones, a priori dominados. Y el GEiEG con una delantera como un martillo pilón, seguía a lo suyo, avanzando metro a metro.


Sin embargo, La Única, después de pasar momentos delicados a nivel mental, no se rindió y consiguió, de bella jugada colectiva, el ensayo del honor, como recompensa al trabajo visto sobre el campo.


Madurez en momentos decisivos y experiencia en niveles más competitivos, es el escalón que debe subir La Única para codearse entre los mejores equipos estatales. Esta fase de ascenso, junto con las vivencias que se están acumulando año tras año, está dejando un importante poso en el equipo para afrontar los próximos retos con más entereza y confianza.


Sin ir más lejos, este próximo fin de semana, La Única viaja a Sevilla para disputar la semifinal contra las Cocodrilas. Un desafío apasionante, donde las navarras están dispuestas a dejarse la piel para acceder a la final del campeonato y demostrar su valía.


Agradecer expresamente a todas aquellas personas que nos acompañan durante todos estos años, que viajan, trabajan, apoyan y se esfuerzan porque se pueda jugar en las mejores condiciones. Sin todas y cada una de ellas, no se podría disfrutar de estos momentos. Son parte del equipo.


Resaltar que tras la finalización del encuentro, se desplegó una pancarta con el lema “Nik sinisten dizut. Jo et crec. No es abuso es agresión”, en repulsa por la sentencia emitida en el caso de la violación múltiple a una chica en los Sanfermines de 2016. Ambos conjuntos, junto con el árbitro, se sumaron al apoyo a la víctima.

 

Los números del choque en el documento adjunto