Esta es la crónica que nos enviaron desde La Única Neskak, que el pasado fin de semana disputó un partido amistoso frente al Universitario de Zaragoza:

 

Con la buena noticia de la celebración de la fase de ascenso a División de Honor Femenina en casa, La Única afrontaba el último encuentro antes del citado campeonato.


Contra Hernani y Baiona, partidos en los que hubo que defender mucho, quedaron reflejadas las carencias que sufría el equipo en recolocación y posterior presión defensiva. Durante dos semanas, se ha estado practicando esa fase del juego y el partido en tierras aragonesas era una buena piedra de toque para demostrar que se había interiorizado los movimientos.


Como viene siendo habitual, se regaló el balón en los primeros diez minutos, sin embargo, la sensación defensiva era otra. Sigue faltando mucho en comunicación, pero la ocupación del campo era buena, y la presión dejaba sin ideas a una Universidad de Zaragoza, que si bien, se organizaba en grupos de delantera de manera muy ordenada, no creaba excesivo peligro con sus entradas.


Las primeras melés salieron bien, la colocación eran satisfactoria y entrando bajas y comunicativas, esas primeras fases de conquista fueron navarras. Con balón, La Única probó movimientos, y desaciertos en los últimos pases impidieron culminar bonitas estrategias. La transmisión era rápida y eficaz.


Según pasaron los minutos, jugando en un campo pesado, el cansancio por mantener una elevada concentración empezó a hacer mella, y en las estáticas, sobre todo en las melés, se dio un paso para atrás. Con unas jugadas un poco desconcertantes, con continuos intercambios en la posesión, se llegó al descanso. El parón vino bien para respirar y retomar objetivos.


Lo que se estaba intentando probar funcionaba. La Universidad de Zaragoza, peleonas, plantaba cara en las abiertas, donde, especialmente, las visitantes estaban teniendo problemas. Hubo infinidad de balones que se salieron del ruck al ser pateado por las limpiadoras, que se quedaban y sufrían en el contraruck. Es el talón de Aquiles de La Única.


Al final, el encuentro fue positivo, las sensaciones en defensa son mucho mejores que en partidos anteriores, y en ataque salieron movimientos con combinaciones de todo el colectivo.

 

Las contrarias fueron un digno rival, que sin apenas experiencia a XV, realizaron un magnifico partido. 


No hay rival pequeño, y en todos los partidos, para sacarlos adelante, hay que partirse la cara. Todas las compañeras entrenan duro, así que no se puede bajar la guardia y hay que seguir trabajando para dar nuestra mejor versión.

 

Más datos, en la ficha adjunta.