Último partido del Torneo Amaiur, después del periodo vacacional, para recobrar sensaciones y ver la talla del equipo ante un equipo con jugadoras peligrosísimas.

 

A La Única le costó abrir el marcador, un Hernani bien plantado cedía la posesión pero frenaba muy correctamente las embestidas navarras.

 

En estos primeros compases las visitantes vivían de las fases de conquista, fundamentalmente las touches, pero en las abiertas perdían balones con excesiva facilidad. Compañeras que limpiaban en el punto de contacto pero no se pasaban permitía que la delantera hernaniarra, con mayor peso, les barriera en el contra ruck, haciendo muy complicado a la medio-melé verde gozar de buenos balones para relanzar el juego.

 

Hasta pasados unos minutos, no se solventó la situación. A pesar de esta circunstancia, como punto muy positivo, La Única siguió trabajando con paciencia, esperando su oportunidad.

 

En esta primera mitad se vieron buenas jugadas, con las de la peña volcadas al ataque, realizando varias fases de juego, y a las locales, acertadas en defensa, con una línea muy presionante.

 

El hecho de llevar el peso del partido, continuamente con balón, tuvo su premio, y hasta en cuatro ocasiones consiguió La Única cruzar la línea de ensayo contraria.

 

En la segunda parte, los cambios en delantera tuvieron su efecto y en la primera posesión una bonita consecución de pases en delantera, al apoyo, supuso ensayo en la primera jugada. Toda una declaración de intenciones.

 

Hernani decidió jugar con la línea, que hasta ese momento apenas se había dedicado a labores ofensivas, fundamentalmente porque tenían mucha presión en sus melés y la 8 entraba finalizando la continuidad. Ese cambio táctico les hizo más incisivas, creando alguna jugada muy comprometida. La Única, como viene arrastrando, se sintió incómoda sin balón, no siendo contundente en defensa.

 

De este modo, el encuentro, en sus últimos minutos, entró en una fase de descontrol y precipitación por ambos conjuntos. Cuando el partido se vuelve loco, aún no se tiene capacidad para templar el ritmo y entender que yendo por encima en el marcador, interesa conservar el balón, hacer las cosas fáciles y reducir el nerviosismo que lleva a errores evitables.

 

Interesante actitud de las navarras, que probaron nuevas variantes en el juego colectivo. Se necesita mejorar cuando se carece de balón, porque esta temporada va a haber partidos que exijan ese tipo de juego. La línea de trabajo está definida, ahora toca dar la cara puesto que todos los equipos están trabajando muy bien.

 

El próximo encuentro, comienzo de la Liga Vasca, trae al Eibar Rugby Taldea a la UPNA, el próximo domingo 15 de enero a las 11.30h.


En el documento adjunto puedes consultar la ficha técnica del partido.