Amaia Osaba cerró con una decimonovena plaza su participación en el Campeonato del Mundo de Maratón, que se ha venido celebrando en Copenhague entre el 18 y el 22 de setiembre.

La piragüista pamplonesa, repite así el puesto logrado en Roma el año pasado, en una prueba en la que, siendo consciente de que iba a ser complicado estar más adelante, las sensaciones siempre fueron buenas; pese a que la carrera se hizo muy dura por causa del viento y que tuvo a la  húngara Renata Csay como dominadora y vencedora final.

La checa Anna Koaa Kova y la italiana Stefania Cicali, acompañaron a Csay en el pódium en segunda y tercera plaza, respectivamente.
Durante todo el recorrido, Osaba, “formó tamdem” con una palista rusa, colaborando juntas en todo momento, hasta la llegada del sprint en el que Anna Bobrova, fue más rápida y entró por delante de la navarra. Amaya concluyó el trayecto con un tiempo de 2 horas, 12 minutos y 56 segundos, a algo más de 11 minutos de la ganadora.

La otra representante española, la zamorana Eva Barrios, finiquitó su trabajo en la novena posición.

Recordemos que en estos mismos campeonatos, Felipe Besada, Presidente de la Federación Navarra de Piragüismo, alcanzó dos metales en la competición de veteranos.

En el K1, en el que logró el subcampeonato, Besada (a sabiendas de que podía estar adelante) optó por una estrategia que le llevó a no vigilar ninguna embarcación en particular y se dedicó a “tirar bastante” en solitario. Al llegar a  la capital navarra nos confesó que “si me hubiera reservado un poco más creo que habría tenido bastantes opciones de ganar”.

Por lo que respecta al K2, en el que compartía palas con el bilbaíno Jorge Van Horenbeke, las cosas tampoco fueron mal y consiguieron una nueva presea, esta vez de bronce, en una carrera también “bastante accidentada” en el que algún que otro percance pudo “minar” su posibilidades de mejor clasificación.

De este modo, en el último porteo (a 1.000 metros de meta) cuando iban a “desmontar” los primeros, entró una dupla argentina demasiado rápida y, en una maniobra como poco dudosa, “pararon” su K2 con el de Jorge y Felipe, que, debido al impacto, dieron con sus huesos en el agua.

Los jueces no estimaron voluntariedad en la acción y la regata siguió su curso. Para colmo de males, uno de los argentinos que “abordaron” a la pareja navarro – bilbaína, golpeó con su pala la ceja de Felipe, que terminó la prueba sangrando profusamente.