El pasado viernes 1 de diciembre, en el celeste “exilio” de la Agrupación Deportiva San Juan, se bajó el telón del Torneo Internacional de Herramienta San Fermín Txikito, un campeonato cuyo final fue digno de las grandes citas y donde el “corazón” se impuso a los pronósticos.
Labiano completa la docena
Hablando de predicciones, la final de paleta cuero tenía un augurio claro, ya que todo lo que no pasara por la victoria de los navarros Rubén Ayarra Villaverde y Javier Labiano Redondo, se convertiría en una enorme sorpresa.
La dupla francesa compuesta por Lucas Hourçourigaray y Nicolas Hourmat, intentaron “buscar las cosquillas” a dueto foral, pero ni Ayarra ni Labiano, que iba en pos de su duodécima efigie del santo, estaban por la labor.
Ambos se mostraron superiores ante un Hourçourigaray algo mermado físicamente y un Nicolás Hourmat que hacía lo que podía ante el dominio de Javier Labiano en los cuadros zagueros.
Al final un doble 15 a 10, dejó la victoria en casa y “Míster San Fermín Txikito” pudo calarse su duodécima txapela, perfectamente secundado por un Rubén Ayarra, que “tampoco es manco” y ya muestra seis en sus vitrinas.
La razón sucumbe ante la fe
Tras los protagonistas de la final de paleta cuero, saltaron a la cancha los pelotaris que iban a dirimir la de pala corta, otro duelo franco – navarro donde Justin Dardenne y Sylvain Brefel se erigían como máximos favoritos para el triunfo final, ante un Mikel Sanz Buey, “abandonado” por Imanol Ibáñez tras la gozosa maternidad del vizcaíno; y Gonzalo Pérez Galbete, repescado de la fase previa para sustituir al fenomenal zaguero de La Peña – Abusu.
Pero Mikel y Gonzalo no saltaron al coso del Barrio de San Juan con la escarapela de comparsas en su pecho y, tras un dubitativo comienzo, serenaron su juego y comenzaron a disputar cada punto como si fuera el último, sorprendiendo a sus rivales que no daban crédito a lo que estaba sucediendo.
Así, el oberenista y el de Larraina se llevaron la primera manga y provocaron las dudas entre la dupla gala que debieron forzar la máquina para intentar enjuagar el resultado y acudir al desempate.
El dueto local, siguiendo con lo suyo, continuó con el nivel del primer punto y se colocaron en el cartón 14, a punto de finiquitar el choque por la vía rápida. Sin embargo aquí emergió la figura de Sylvain Brefel que, apoyado en su descomunal golpe de derecha, dio la vuelta a la tortilla para remontar y encaminar el choque al tercer set.
Lejos de venirse abajo por el desenlace del segundo juego, Míkel y Gonzalo se conjuraron en el definitivo envite para no dar ninguna pelota por pérdida e intentar que su pala corta se convirtiera en un apéndice de su corazón.
Así, volvieron a encandilar al público con su entrega y le hicieron aplaudir tanos larguísimos y disputados, varios de ellos rayanos a la épica.
El 10 a 5 con el que los navarros se hicieron con el partido no fueron sólo dos dígitos más en el tanteador del frontón, sino un ejemplo palpable de que, como dice ese antiguo adagio: “querer es poder…”
En el documento adjunto puedes consultar los cuadros finales, tanto en paleta cuero, como en pala corta.