Ya se ha cumplido más de la mitad de un igualado torneo en el que en todas las divisiones la pelea es encarnizada en los dos frentes de batalla: bien por acercarse a los puestos “nobles” de la clasificación, bien por escapar de la “zona peligrosa” de las misma.

Los conjuntos navarros no escapan a esta afirmación y contamos con clubes que se codean con los mejores y están cerca de la gloria, pero también tenemos alguno que otro que flirtea con exceso con la “zona caliente” y se puede acabar chamuscando.

Deberes a medio hacer.

En la disciplina de herramienta, interesantísimos partidos los que estaban programados para este fin de semana, con mención especial  los que reunían a los cuatro conjuntos que lideraban la clasificación, dos de ellos de la Comunidad Foral.

En el choque del Labrit teníamos al Club Tenis Pamplona recibiendo al Club Natación Barcelona, con el pronóstico previo de que las victorias se iban a repartir, dejando en casa el triunfo en paleta cuero y viajando para tierras catalanas el de pala corta.

Pero como las cosas del deporte son imprevisibles el augurio saltó por los aires y el conjunto de la Calle Monjardín perdió lo que no “debería” perder y ganó lo que no “debería” ganar.

La potente pareja formada por Carlos Beunza y Alfonso Echavarren no tuvo su día y claudicó ante el joven Javier Gaztambide y el “Bombardero” cubano, Jhoan Torreblanca, quienes desarbolaron a los navarros llevándose un justo triunfo que colocaba a los barceloneses en posición de llevarse las dos victorias de Pamplona, habida cuenta de la superioridad (en las apuestas) del dueto compuesto por Rubén Ayarra y Emiliano Skufca.

Pero de nuevo la conjetura saltó por los aires pues Miki Fernández de Lascoiti “saco la derecha a pasear” a la vez que Javier Insausti dominaba en la zaga, para firmar un primoroso partido en el que ni Ayarra ni Skufca pudieron encontrar armas para “capear el temporal”.
Este resultado provocó que el Puertas Bamar se encaramara a lo más alto de la clasificación tras su victoria en su visita al CD Amaya, donde el técnico vallisoletano mezcló sus ingredientes en distinto orden del habitual, circunstancia que por poco le “sale rana”.

El conjunto iscariense combinó sus figuras presentando a Imanol Ibáñez jugando a paleta cuero cubriendo las espaldas a Jagoba Madariaga y a Álvaro Medina haciendo lo propio con Carlos Baeza en Pala Corta.

Esta fórmula no contaba con que los receptores de la misma, Guillermo Pérez e Íñigo Ansó, primero; e Ibai Barón e Isaac Ciaurrriz después, iban a tolerar la medicina, pues obligaron a los actuales campeones a remontar en las dos  modalidades, desarrollando un gran juego en el que tan sólo algunos detalles les separaron de “dar la sorpresa” y llevarse la victoria en una temporada en la que los navarros están jugando muy bien.

El último partido con protagonistas navarros fue el derbi que se disputó en Oberena entre el equipo local y el novato en la categoría Larraina. Los manguiverdes no se dejaron sorprender por la pujante juventud de Larraina, que ve cómo esta derrota le acerca a la “zona caliente” de la tabla, aunque todavía con cierto margen sobre ella.

Y si la similitud es patente en la herramienta, qué decir de lo que ocurre en mano donde la igualdad es más grande que el el campo de fútbol de Oliver y Benji.

En esta jornada, salvo la sufrida victoria de Oberena en tierras riojanas ante el San Cosme, todos los demás partidos se contaron por empates, dejando una tabla de clasificación más abierta que el bostezo de un hipopótamo, con cuatro equipos empatados a siete victorias, con un terceto navarro entre ellos (Oberena, Zugarralde e Irurtzun) y otros tres “al rechace” con cinco triunfos por barba, donde contamos con el Club Pelota Huarte.

En esta relación falta el último club navarro de la categoría, Buruzgain, que empató con el Najerino  y no logra salir de la cola del grupo, cosa que como no empiece a sumar pronto, no conseguirá.

Un favorito, un aspirante y uno que se tambalea en Primera División

Con tres escuadras forales en la segunda categoría de la pelota estatal, tenemos, como en botica, de todo.

Nuestra mejor baza la tenemos en herramienta, pues el San Juan, que ya sabe lo que es batallar en División de Honor,  superó al Artepe vizcaíno con lo que se postula como uno de los favoritos para entrar en la Fase de Ascenso.

Los otros dos equipos los tenemos en mano, donde contamos con la esperanza de Larraun (con 4 victorias) de alcanzar una de las plazas que le lleven a semifinales. Ahora mismo éstas están en poder de Pradejón y San Cosme Promesas, con 8 y 6 triunfos, respectivamente, pero todavía hay “mucho toro que lidiar” y los de Muguiro tendrían margen para remontar.

Quien lo tiene mucho más difícil para “recortar el toro del descenso” es San Miguel de Estella en el Grupo B que, a estas alturas del campeonato, todavía no conoce a que saben las victorias y tendría que “ponerse morado” para huir de la cola de la clasificación.

Triple posibilidad de ascenso en Segunda División

Con un equipo en la modalidad de herramienta y cuatro en la de mano los conjuntos navarros están perfectamente colocados para optar al cambio de categoría, lástima que esta posibilidad sólo les vaya a llegar a tres de ellos.

En el Grupo B, la Universidad de Navarra, recién llegado a la competición, se ha hecho acreedor al título de “equipo revelación” de la categoría pues encabeza la clasificación con siete victorias por las cuatro de sus perseguidores, Beti Galdu y Carboneras. Los universitarios, si todo continúa como hasta ahora estarán acompañados por vizcaínos o salmantinos en la Fase final.

Y como hemos dicho, en los grupos de mano contamos con cuatro representantes que, desgraciadamente están incluidos en dos grupos por lo que la “luz” de la clasificación tan sólo alumbrará a dos de ellos.

En el Grupo A, con Paz Ziganda sin opciones, la cosa está entre el Izarra portugalujo y el Beti Onak villavés. Vizcaínos y navarros se retan la próxima jornada en un duelo espectacular donde el que venza en las dos disciplinas, será el que avance a semifinales.

Por último hablaremos del Grupo C, donde comparten cuadro el Umore Ona de Goizueta, el Lagunak de Barañain y el Calceatense de Santo Domingo de la Calzada. Los riojanos podrían dar la clasificación al Laqunak si vence al Umore Ona en la próxima jornada.

Si no es así y son los goizuetarras los vencedores, el clasificado del grupo surgirá de quien salga victorioso en el duelo fratricida entre navarros, donde a los de Goizueta les bastaría con el empate.

En el documento adjunto puedes consultar los resultados y las clasificaciones.