• Iker Espinal y Leyre Garai se proclaman campeones en un torneo ensombrecido por la lesión de Laia Salsamendi en la final femenina.
Ayer, día de la Inmaculada, se disputaron en un abarrotado Frontón Toki Alai, las finales del Torneo del Cuatro y Medio de Huarte., que cumple ya su vigésimo octava edición en categoría masculina y la quinta en la femenina.
Garai domina una final marcada por la lesión de Salsamendi
Precisamente la final femenina fue la que abrió el festival, con la jugadora del Club Pelota Huarte, Laia Salsamendi Silva, midiéndose a la alavesa del Zaramaga Kirol Elkartea, Leyre Garay Gainzarain.
La primera parte del choque tuvo un claro color vitoriano pues, luego de los dos primeros tantos de Garai y uno de Salsamendi, la delantera vitoriana encadenó un parcial de 8 a 0 para estirar el luminoso hasta el 10 a 1 que inclinaba seriamente la balanza del lado visitante, ante una Laia Salsamendi que se mostraba más incómoda sobre la brea del Toki Alai que Robocop en un microondas.
La navarra pidió tiempo muerto y, tras este paréntesis, volvió más centrada a la cancha enlazando cuatro tantos seguidos para hacer renacer la esperanza en la parroquia cebollera (5/10). Pero esto fue un espejismo ya que Garai, mucho más centrada, se aprovechaba de los errores de Salsamendi para acabar el tanto con facilidad.
Un nuevo parcial de cinco a cero y un par de tantos después de otro de Laia, pusieron la máxima diferencia en el tanteador (17/7) favorable a la vitoriana, dígitos que parecían insalvable para la pelotari huartearra.
Pero eso de rendirse no está en el ADN de la delantera de Isaba que cortó la racha de Garai, para anotar cinco tantos seguidos y poner el marcador en un esperanzador 12 a 17.
Pero en el siguiente tanto, la desgracia volvió a cebarse con Laia Salsamendi cuya rodilla derecha (hace poco dejó atrás la rotura del ligamento cruzado de la izquierda), se quedó “encasquillada” cuando iba a conectar un gancho a la altura del cuadro dos. La pelotari cebollera cayó al suelo con evidentes gestos de dolor, bañada en lágrimas y tapándose la cara con las manos recordando la lesión que ya tenía casi olvidada.
El partido quedó suspendido y Laia Salsamendi se encaminó hacia los vestuarios, desde donde partió a un centro hospitalario donde le realizarán las preceptivas pruebas para conocer el alcance de su mal.
La lesión de Salsamendi hizo pasar todo a un segundo plano, pero es necesario resaltar la justicia del triunfo de Leire Garai que, hasta el fatídico desenlace, fue mejor que Salsamendi, dominando en el peloteo y acabando el tanto con gran destreza.
Espinal desarbola a Yoldi en el duelo por el campeonato
Después del encuentro femenino y ejerciendo de “teloneros” de la final, saltaron al frontón el campeón del pasado año, Aitor Alduntzin Iriarte (Zugarralde) y Javier Oscoz Zaldain (Oberena), protagonistas del partido por el tercer y cuarto puestos, donde el oberenista se llevó la victoria (22/16) en un choque sin excesivo brillo y con escaso ritmo debido a los errores no forzados en los que incurrían los pelotaris que, eso sí, dejaron todo sobre la cancha.
Finiquitado este encuentro se sirvió el “plato fuerte” del programa, con el duelo soñado entre los dos “buques insignia” del Club Pelota Huarte: en el rincón colorado Eneko Yoldi Iturralde, el pelotari aficionado más laureado de la historia y con siete triunfos en las once finales disputadas en la “jaula” huartearra; y en la esquina azul, Iker Espinal Aldareguia, recientemente proclamado Campeón del Mundo de Frontball y que también sabe lo que es vencer en Huarte con su triunfo en 2018.
Con estos mimbres, el cesto que se podía confeccionar se presumía espectacular y de esta manera comenzó el enfrentamiento, con un parcial de 5 a 0 favorable a Yoldi, apoyado en dos tantos de saque (una de sus especialidades) y dos errores de un Espinal todavía algo frío. Pero Iker cogió temperatura enseguida y devolvió el resultado a su compañero empatando el partido a cinco ante el delirio de una pobladísima grada, que se frotaba las manos ante el gran espectáculo que barruntaba en el horizonte.
Pero Iker Espinal no estaba por la labor del “toma y daca” y, después un tanto de Eneko, recuperó el saque, cambió la pelota y endosó una tacada de nueve tantos para marcharse hasta el 14 a 6, que tiznaba el choque del color de la remera del Campeón del Mundo.
Una falta de saque de Espinal condujo al partido a un intercambio de tantos que concluyó en el 9 a 16, momento en el cual Iker Espinal, con las calderas ya a pleno rendimiento, empezó a dibujar remates imposibles para un Eneko Yoldi que ya no pudo ofrecer mayor resistencia y acabó claudicando por 22 a 9
Espinal se erigió como justo vencedor en un torneo que dominó de “cabo a rabo”, incluida una final en la que dio a probar a su rival de su propia medicina, logrando hasta ocho tantos de saque que, unidos a los cuatro errores no forzados de Yoldi decantaron un partido con en el que Iker Espinal estira su fenomenal estado de forma que extiende desde su participación en el Mundial de Biarritz de octubre pasado.
En el enlace adjunto puedes ver una galería de fotos de las finales
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