El Circuito de Albacete acogió este fin de semana la quinta prueba del Campeonato de España de Velocidad de la temporada 2012, en el que tomaron parte tres pilotos navarros.
Pódium en Moto 2.
Nuestro representante en esta categoría no anduvo muy fino en los entrenamientos cronometrados. Tanto en la primera como en la segunda tanda el navarro realizó el sexto mejor tiempo que le relegó a idéntica posición en la parrilla de salida.
La carrera, un tanto confusa, estuvo marcada por las caídas en las últimas vueltas de Kenny Noyes y Jordi Torres, éste último cuando lideraba la prueba; lo cual puso en bandeja la victoria de Román Ramos y propició de igual modo que Alejandro Mariñelarena acabara instalado en el tercer peldaño del cajón.
Con este resultado, el piloto navarro ocupa la cuarta plaza en la provisional del campeonato con 62 puntos a seis de su predecesor, el estadounidense Kenny Noyes y a falta de dos carreras para la finalización del mismo.
Problemas mecánicos y caídas en Stock Extreme
El fin de semana en esta categoría resultó bastante accidentado para los nuestros, que vieron como los problemas mecánicos les impedían alcanzar los puestos que, por sus tiempos en carrera, quizás hubieran merecido.
Jon Purroy se enfrentaba al problema añadido del cambio de neumáticos. El de Eusa ha sustituido hasta final de temporada las gomas Dunlop por compuestos de la marca francesa Michelin, cuya puesta a punto trajo de cabeza al navarro durante todo el “meeting”.
Jon nunca anduvo cómodo sobre su BMW, la adaptación a las ruedas es difícil y, pese a que conseguía ir rápido, adolecía de la confianza suficiente para arriesgar un poco más. Un decimosexto puesto en la primera tanda de entrenamientos y un vigesimosegundo en la segunda, propiciaron que Purroy partiera desde la sexta fila de la parrilla en la posición 17ª.
En el transcurso de la carrera Jon continuó batallando con su montura, incluso se tuvo que reponer de un “recto” que le retrasó casi un minuto para recuperar posiciones y finalizar en la decimoctava plaza, una posición nada desdeñable, habida cuenta de los problemas sufridos durante el fin de semana.
Si Jon Purroy tuvo problemas, el otro navarro de la partida no le anduvo a la zaga. Juan Mari Olías comprobó desde el principio que las 13 curvas del exigente circuito manchego iban a ser complicadas de negociar.
Desde la salida a pista las suspensiones no andaban lo “finas” que se debía esperar de ellas. Ello unido a la inexperiencia del navarro en el Circuito de Albacete, el más corto de todos los que visita este campeonato, hizo que en una de las tandas de entrenamientos tuviera un percance en la curva que conecta con la recta de atrás. Olías sufrió una caída a la salida de ese viraje que le provocó un gran golpe en cabeza y cuello que a punto estuvieron de retirarle de la prueba.
A duras penas y, tras el milagroso masaje de las asistencias, volvió a subirse a lomos de su BMW para completar la serie. Pero el golpe también había hecho mella en su máquina rompiendo la amortiguación de la dirección. Y esto a 25 minutos de finalizar los entrenamientos.
Olías logró rematar las clasificatorias colocándose en el puesto 20, en la séptima línea de la parrilla. Ya en la carrera las sensaciones cambiaron y Juan Mari se encontró cómodo, adelantó a un grupo que tenía delante y mantenía un buen ritmo de carrera. Pero, de nuevo, aparecieron las dificultades: justo después de adelantar a Jon Purroy, finalizando el sexto giro, los neumáticos comenzaron a mostrar signos de desgaste.
En ese momento Olías se encontraba en pos de un grupeto que luchaba por meterse entre los diez primeros. El navarro sentía que los podía coger y optar a un gran resultado, pero la situación de las gomas frenó esa ansia para conservar la mecánica y finiquitar la carrera en una notable decimotercera posición.
Tras el Gran Premio de Albacete Purroy es séptimo en la Clasificación General de Pilotos Privados, con 41 puntos empatado con el sexto clasificado. Olías le sigue en octava posición con 38.