Traca final para la Copa Open Circuito de Navarra de Motociclismo 2011 que quemó su último cartucho el pasado domingo día 23 con la disputa de la última cita del calendario de este torneo que presentó una magnífica participación.

Tras una mañana plena de emoción en la que el público asistente disfrutó de lo lindo con las evoluciones de estas veloces máquinas, las distintas categorías ofrecieron los siguientes ganadores:

En primer lugar salieron al técnico trazado losarqueño las motos de las categorías Pre GP 80 y Pre GP 125, en cuya parrilla se alineaban los pilotos más jóvenes del meeting.

En la primera de ellas la victoria sonrió a Gerard Riu que entró en meta por delante del valenciano de Corbera Aaron Canet y el beasaindarra Andoitz Bonilla.

La clase Pre GP 125 fue, después de un fin de semana un tanto accidentado, para el oscense Darío Cabrero con Diego Bonacha y Xavier Cardelús en segunda y tercera posición, respectivamente.

La segunda carrera de la velada puso en liza las motos de la cilindrada de 600 centímetros cúbicos en la que competían el mayor número de pilotos, 31 y compartían parrilla la categoría Féminas; Junior/Amateur; Series 600 y Superesport.

En ésta, el pódium fue monomarca, pues tanto Javier Ríos, primero; David Martínez, segundo  y Jesús Ordás, tercero utilizan hierros de la marca de los tres diapasones.

Las series 600 ofrecieron un pódium con Aitor Martínez en lo más alto; Haritz Mendizábal en segunda posición e Igor Amado tercero.

Por su parte la categoría Junior/Amateur arrojó un resultado favorable para el asturiano del Mieres Racing Rubén Sánchez con Enrique Vidal segundo y Alejandro Gómez en la tercera plaza. Para acabar este apartado citaremos a la ganadora de las féminas, que resultó la piloto vasca Maria Pilar Sobrino Muñoz.

Tras apagarse el rugido de las 600, tomaron la pista del sinuoso Circuito de Navarra los motores de las máquinas de la categoría reina.

La cilindrada de 1000 iba a poner el brillante broche final de una espectacular mañana de motociclismo.

Otras tres categorías se entremezclaban en la línea de salida: la Junior/Amateur en el que el más rápido fue Javier Prieto seguido por Óscar Tomás De Castro, segundo y Juan Fernández tercero.

La Series 1000 con victoria para Mario Peru con Rafael Samper y David Posada en segunda y tercera posición respectivamente.

Y la Extreme en la que estaban puestas todas las miradas de los aficionados ya que el duelo foral por el campeonato estaba servido.

Juan Mari Olías partía con la ventaja que le daba saber que con acabar entre los diez primeros le bastaba para alzarse con el Open, pero no podía confiarse ante el acecho del otro navarro en danza Jon Purroy, presto a aprovechar el mínimo descuido de Olías.

Purroy había trabajado sin descanso para dar con la tecla que solucionara todos sus problemas anteriores en lo que se refiere a la configuración de su BMW y en este fin de semana estaba recogiendo sus frutos. (Corte desde La moto siempre… hasta… lo realmente rápido que se puede rodar.)

Por si esto no fuera poco y para mayor preocupación de Juan Mari, el de Eusa volaba a lomos de su montura batiendo en dos ocasiones el récord del circuito. (Corte desde El sábado ya lo batí… hasta… no pude hacer la vuelta perfecta, pero bueno.)

La salida iba a corroborar todo lo dicho, Jon Purroy desde la “pole” se colocó primero en cuanto el semáforo se puso verde y comenzó a tirar hacia delante como si la vida le fuera en ello.

Olías pudo aguantar el infernal ritmo de Jon durante las dos primeras vueltas pero, al ver que no podía alcanzarle, decidió tomar una postura más conservadora, no fuera que una mala caída, como la que sufrió en los entrenamientos, diera al traste con sus más que probable victoria total en el campeonato.

Así pues el colín trasero de la BMW de Jon Purroy fue cada vez un punto más pequeño en el horizonte de Los Arcos a la vista de sus perseguidores, que contemplaron como el bravo piloto navarro atravesaba en solitario la bandera albinegra venciendo con autoridad. A 12 segundos llegó Juan Mari Olías que no disimulaba su alegría al verse campeón.

Completando el triplete navarro en el cajón entró en meta la Suzuki de Carlos Lamberto que,  protagonizó una bonita lucha con el bilbaíno del equipo Kosta Norte Álvaro González.

El Open 2011 ya es historia, se disipa el humo de los escapes y el olor a gasolina y goma quemada. Las motos volverán el año que viene al paddock del Circuito de Navarra quien sabe si con alguna sorpresa.

Para finalizar, el primer y último recuerdo en esta jornada motociclista viajó hasta el paraíso de los pilotos donde trágicamente, desde hace poco, ocupa un lugar en su parrilla alguien que sólo quería que la gente fuera feliz viéndole rodar.


Marco, per sempre nei nostri cuori