El pasado fin de semana el navarro Daniel Lizarraga venció en Londres su quinta pelea internacional consecutiva de Chess Boxing (mezcla de boxeo y ajedrez), tras deshacerse por KO en la fase de boxeo del competidor ruso Vladimir Makarov.
Dani Lizarraga, uno de los pioneros de esta actividad en el Estado, combina su entrenamiento en el Gimnasio Kanku con la práctica del ajedrez en la A.D. San Juan.
Este “híbrido” nació en Alemania allá por el año 2003 y consiste en seis asaltos de ajedrez y cinco de boxeo. Los primeros duran cuatro minutos, uno más que los de lucha, y se van incrustando entre ellos. El ganador es el primero que logra un jaque-mate o tumba a su oponente por KO.
Si nada de eso ocurre, el combate se decide a los puntos del boxeo.
Según nuestro luchador: "Lo que más cuesta es sentarte a pensar un movimiento de ajedrez después de haber estado luchando. Es desconcertante, cuesta conectar las ideas y se suelen ver grandes errores sobre el tablero".
En muchas ocasiones, los “asaltos” de ajedrez, que tienen lugar en el mismo ring, suscitan más tensión que los guantazos: "Puede ser mucho más violento que el boxeo. He visto partidas donde los rivales se intimidan y se amenazan con la mirada. En el boxeo, en cambio, suele haber un abrazo cariñoso antes de pelear".
Durante dicho lance los púgiles se sientan y se colocan unos cascos con música clásica: "Son para mejorar la concentración y para evitar que el público te “sople” alguna jugada. Los aficionados animan y no paran de gritar. No hay silencio como en una partida normal".
Lizarraga reconoce que se pone más nervioso cuando tiene que noquear al rey de su oponente: "A mí el boxeo me relaja, me permite descargar tensiones. En el ajedrez tienes que ser siempre muy agresivo y pensar rápido. Te pueden descalificar por juego pasivo. Incluso, añade, es más importante que el boxeo porque muchos combates se deciden por jaque-mate”.
Daniel espera seguir progresando en el mundo de este peculiar deporte que le ha permitido visitar un buen número de países con motivo de las diferentes veladas, “Tengo compañeros de gimnasio que boxean mejor que yo y alucinan cuando ven que a mí me salen combates por toda Europa. Es una oportunidad de viajar".
Oportunidad que aprovechó este deportista navarro para poder conjugar en un mismo escenario sus dos aficiones preferidas y, además, echar abajo varios mitos sin fundamento "El chessboxing demuestra que no todos los boxeadores son unos bestias sin cerebro y que todos los ajedrecistas no son frikis con gafas"
Fuente entrevista: 20 minutos.es