El aizkolari de Otsagabia revalida su txapela de Euskal Herria al imponerse con autoridad por delante de Ezpeleta y Larrañaga en la final disputada en Azkoitia
Iker Vicente continúa agrandando su leyenda sobre la madera. El aizkolari de Otsagabia se proclamó campeón de Euskal Herria por cuarta vez tras dominar de principio a fin la final celebrada en Azkoitia. El navarro se impuso con claridad a Hodei Ezpeleta, que repitió subcampeonato por tercer año consecutivo, y a Mikel Larrañaga, que completó el podio. Julen Alberdi fue cuarto, seguido de Julen Gabirondo y Xabier Zaldua.
La prueba comenzó con ritmo frenético por parte de Alberdi y Zaldua, que encabezaron los primeros compases. Los aizkolaris debían cortar dos kanaerdikos, dos troncos de 60 pulgadas, cuatro oinbikos, otros dos de 60 y dos últimos kanaerdikos. Vicente tomó el mando en el primer tronco de 60 pulgadas y no soltó la delantera. A mitad de la competición ya aventajaba en más de un minuto a Alberdi y en dos a Larrañaga.
La dureza de los oinbikos marcó el devenir de la prueba. Alberdi, exhausto por los nudos de la madera, perdió posiciones ante Ezpeleta y Larrañaga. Mientras tanto, Vicente volaba hacia su cuarta txapela, completando el trabajo en 39 minutos y 46 centésimas, con más de cuatro minutos de margen sobre sus perseguidores.
La emoción final se concentró en la lucha por el segundo puesto. Ezpeleta y Larrañaga llegaron casi igualados al último tronco, pero el eibartarra se impuso finalmente con un tiempo de 43:47, aventajando en 51 segundos al azpeitiarra. Alberdi conservó la cuarta plaza, mientras que Gabirondo y Zaldua cerraron la clasificación.
Con esta victoria, Iker Vicente suma ya cuatro títulos del Campeonato de Euskal Herria (2019, 2023, 2024 y 2025), además de dos triunfos en el Aizkolari Txapelketa Nagusia (2020 y 2021).
“Este campeonato era mi principal objetivo del año”, declaró Vicente tras la prueba. “He empezado a mi ritmo, sin ponerme nervioso, y cuando he visto que tenía ventaja he intentado mantenerla. Me exijo mucho y esa presión me hace mejorar”.
Con otra txapela en su palmarés, el navarro continúa escribiendo su nombre con letras de oro en la historia de la aizkora.