Como todos los años desde el 2008, la asociación LURPEA en la que estamos asociadas las siguientes 8 cuevas, Arrikrutz-Oñati, Ekainberri, Isturitz-Oxocelhaya, Mendukilo, Pozalagua, Sara, Cueva de las brujas (Zugarramurdi) y Urdax queremos mostrar uno de los últimos continentes que nos falta por descubrir a través del día de las cuevas.
En el caso de la cueva de Mendukilo, queríamos realizar un viaje atrás en el tiempo y, en relación al décimo aniversario de la apertura al público, retomar las visitas espeleológicas que eran necesarias para descubrir lo que escondía el mundo subterráneo.
Debido a las inclemencias del tiempo, y ante la imposibilidad de realizar dichas visitas el 15 de marzo, el sábado 11 de abril por fin conseguimos descubrir las entrañas de la Sierra de Aralar, en el valle de Larraun y muy cerca en todo momento del pueblo de Astitz.
Desde primera hora de la mañana espeleólogos de la Federación Navarra de Espeleología junto a las guías de la cueva de Mendukilo estaban preparados para acompañar y hacer vivir una experiencia nueva a la mayoría de los asistentes.
Esta experiencia sin igual en la que han tomado parte visitantes de entre 4 y 66 años, les ha llevado a siete cuevas diferentes. Un grupo de 8 personas con la ayuda de tres espeleólogos han visitado la sala del Guerrero a 70m de profundidad, una sala sin acondicionar de 80 metros de largo donde se puede disfrutar de una bellísima e inexplicable formación que se asemeja a un casco de guerrero medieval en la misma cueva de Mendukilo. Otro grupo de 7 personas con ayuda de tres espeleólogos más ha visitado la cueva de Lezegalde y las familias han tenido opción de realizar un tour en la zona visitando cuatro cuevas diferentes.
Tras esta experiencia sin igual, la valoración es muy positiva. Los privilegiados visitantes, con ganas de volver a vivir una experiencia como ésta, nos dejan comentarios como: "nunca me imaginaría que en esta cueva haya entrado nadie en 1913..." por los escritos encontrados en las paredes, "me impresiona que estas cuevas estén tan bien conservadas", "quizás las pintadas de 1917 nos hablan de algún refugiado de la guerra mundial...", "nunca me habría imaginado ver un murciélago tan cerca...", "me parece increíble que haya una fauna específica en este medio tan hostil...", "qué rápido se pasa el tiempo cuando no vemos el sol...".
Durante la mañana también hubo algún percance como enganche de pelo con el ocho a la hora de rapelar, lo que supuso un momento de agobio para la persona estancada en medio del descenso hacia la sala del Guerrero. Fue liberada rápidamente por uno de los espeleólogos que aseguraba la bajada y, a pesar de ello, a la salida confirmó que repetiría la experiencia de una visita espeleológica. En una de las visitas debido al tiempo necesario para la preparación de la cueva, la visita se prolongó más de lo esperado pero igualmente resultó muy interesante para todos. Los niños también disfrutaron de la salida, aunque en algún momento los nervios afloraron como es normal ante lo desconocido.
Tras disfrutar de este día tan especial desde Mendukilo queremos agradecer a la Federación Navarra de Espeleología, su predisposición a ayudarnos a realizar visitas como éstas y, como no, a todos los asistentes, ya que sin ellos nada de esto sería posible.