Con la excepción del año 2020, por la COVID-19, ya son 33 años celebrando esta concentración.
Concentración que, en esta ocasión, se llevó a cabo los días 1 y 2 de octubre. Un total de 135 inscritos, venidos de todas partes, se dieron cita en el Valle de Belagua para disfrutar de un fin de semana fantástico. La meteorología permitió el desarrollo de la concentración, tanto su parte de vuelo como la parte más "social" (almuerzo y cena del sábado día 1).
La jornada amaneció con mucho frío (3º en el Rincón de Belagua, en donde se hacen las inscripciones); y pronto, varios pilotos (unos quince) se animaron a subir a Txamantxoia para hacer un vuelo hacia norte (de donde venía el viento). Tras un duro ascenso, las condiciones de vuelo eran idóneas y pudieron bajar volando (hike & fly puro).
Por otra parte, otros participantes decidieron moverse a la próxima zona de Issarbe, en la vertiente francesa, para conocer este despegue y su vuelo a norte. Disfrutando de buenas condiciones, más de treinta pilotos se dieron cita allí, a unos 45 minutos del corazón de la concentración.
Y, mientras el día mejoraba, se hizo el almuerzo en el Bitxitoza (el Rincón, Mata de Haya). Tanto los participantes que decidieron hacer monte como los que habían volado en uno u otro sitio, se juntaron para degustar la brasa que había preparado la organización.
Ya, tras la comida, las condiciones mejoraron, pudiéndose volar en la cara sur, la propia del valle para el vuelo; terminando la jornada con vuelos espectaculares, con techos de más de 2100 metros y recorridos por todo el valle.
Una vez se puso el sol (y bajó la temperatura), tocaba recogerse en el frontón de Isaba, lugar en el que, gracias a la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Isaba, 135 personas pudieron cenar, sin tener límite de número de comensales.
Y por último, después de la cena, se procedió a la entrega de trofeos del Campeonato Navarro y de la Liga Norte, así como el sorteo de regalos a las y los asistentes.
Las condiciones meteorológicas fueron más favorables desde primera hora de la mañana, y se pudieron ver pilotos en el aire desde antes de las 10.00 horas.
Mucho ambiente en el despegue de Yeguaceros, aunque otros pilotos preferían buscarse otros despegues ya que, al principio, el viento era demasiado fuerte (luego bajó).
Día excelente de nuevo, con techos de más de 2300 metros e, igualmente, grandes recorridos por el valle. Los vuelos se sucedieron hasta poco antes del atardecer, cuando el viento norte ganó la partida y ya no se podía volar.
En definitiva, una fin de semana de concentración, organizada por el Club Alas de Leyre, y en la que se contó con la ayuda de un gran número de personas. Desde aquí se quiere agradecer la colaboración y apoyo de cada una de las personas allí presentes.
Fotos: Íñigo Redín y Rakel Albéniz.
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