El domingo 16 de octubre, la Federación Navarra de Deportes Aéreos, con el patrocinio de la Fundación Caja Navarra, organizó en el Centro de Vuelo de Lumbier una concentración de varias de las modalidades que se aglutinan en dicha federación. 

 

Bajo la denominación ¡Vuela!, el objetivo era reunir la mayor cantidad posible de aficionados a los deportes aéreos, para hacerles disfrutar de una atractiva jornada en la que hubo representación de casi todas las modalidades congregadas bajo la denominación “deportes aéreos”, como son el Parapente, Ala Delta, Paramotor, Aeromodelismo, Vuelo a Vela, Ultraligeros a Motor, Vuelo con Motor o Paracaidismo.

 

El viento hizo peligrar el encuentro

 

Con un futuro algo incierto por las previsiones meteorológicas que pronosticaban vientos fuertes; en torno a las diez de la mañana comenzaron las distintas exhibiciones, entre las que destacó la que llevó a cabo el aeromodelista José Antonio García, del Club Ala K de los Arcos. García hizo las delicias del público asistente con las piruetas que efectuó con su modelo a reacción, un aparato capaz de volar a velocidades próximas a los 300 kilómetros por hora. 

 

Del mismo modo se dejaron ver por el cielo de Lumbier, paramotores, avionetas, autogiros y el vuelo rasante de un motovelero llegado desde el aeropuerto de Pamplona y que efectuó dos pasadas sobre el aeródromo lumbierino. 

 

A mediodía, los asistentes al evento repusieron fuerzas en el “almuerzo popular” que iba a tener un “postre muy especial”, pues el viento dio un respiro por la tarde y se pudo “servir” prácticamente la totalidad del “menú” confeccionado para la ocasión. 

 

Así, se pudo observar la llegada de Parapentes y Alas Delta; estos últimos partidos horas antes desde la conocida zona de vuelo del Monte Arangoiti, en la Sierra de Leyre. Además, de esto, otro de los momentos culminantes de la jornada fue el salto desde el Trike paramotor de Javier Arrieta, del paracaidista Eduardo Casajús y de Oscar Fernández y Joseba Izagirre, dos de los mejores parapentistas acrobáticos del Estado.

 

Ambos utilizaron para su labor el sistema D-Bag, que es una bolsa en la que se introduce el parapente plegado de una forma especial para que, al lanzarse, prácticamente ya salga abierto y puedan realizar las espectaculares piruetas con las que provocaron la admiración del respetable.