Tras media vida al frente de la Federación Navarra de Golf, Joaquín Andueza Cifuentes, se encuentra en la rampa de salida para concluir su mandato y dar la bienvenida a su sucesor.
Antes de ello nos cuenta sus reflexiones, tanto en el plano deportivo como en el personal, de esta época que nos está tocando vivir.
Entrevista a Joaquín Andueza Cifuentes
¿Cómo ha vivido tu federación esta época de aislamiento?
La hemos vivido sin actividad deportiva pero con un trabajo muy intenso y exigente en cuanto a comunicación. Nos hemos esforzado mucho en mantener informados a nuestros federados tanto de por qué consideramos que deben seguir contribuyendo con sus cuotas al mantenimiento de los campos de golf como de qué se estaba “cociendo” en las cocinas del Consejo Superior de Deportes en relación con la vuelta a la actividad.
Hemos hecho hasta tres videos divulgativos del trabajo que los clubes han venido haciendo para mantener en perfecto estado sus instalaciones mientras los socios y jugadores no lo veían. Y creo sinceramente que han sido un éxito porque han concienciado de que, aunque ellos no lo disfrutaran, todo un ejército de trabajadores se jugaban la salud para conseguirlo. Los clubes se han visto agradecidos a la federación y todos, jugadores, clubes y federación, hemos salido ganando.
¿Qué competiciones se llevó por delante el corona virus?
Todas y ninguna, porque no se ha suspendido ninguna sino que se han aplazado. Ahora bien, teníamos tres Campeonatos de España que se hubieran disputado en Navarra que ya no sé si terminarán por venir y uno de ellos me hacía especial ilusión, pues lo había planeado como un colofón a mis años de presidente: el Campeonato de España de Golf para discapacitados. Los otros dos eran femeninos: el Campeonato de España absoluto amateur y el Campeonato Interautonómico femenino absoluto.
Los tres eran grandes pruebas y los tres muy importantes, pero me hacía especial ilusión el primero por motivos obvios. En cuanto al nivel local, como la suspensión fue a primeros de marzo y nuestro deporte debe intentar asegurarse un tiempo relativamente normal para que se pueda jugar, hasta la fecha no hemos podido disputar ninguno de los campeonatos oficiales de Navarra, pero espero que pronto se puedan reubicar en nuevas fechas y sea posible que se celebren todos ellos.
Durante esta época de aislamiento ¿habéis podido realizar alguna actividad on line?
La verdad es que no hemos hecho nada más allá de lo comentado. No nos dio tiempo a convocar el examen de árbitros que tenemos programado para este año, que de haberse realizado quizás se hubiera programado algún cursillo.
Lo cierto es que nuestro deporte se juega al aire libre y eso hace que, en Navarra, en invierno se retraiga casi totalmente la competición. Y entre eso y el encontrarse la federación en periodo electoral, el daño “deportivo” ha sido escaso. Y el daño de este tipo de actividades también.
¿Cómo fue la respuesta de los deportistas?
La respuesta de los jugadores de golf navarros ha sido la misma que siempre: insuperable.
Una vez superada una primera fase en la que el único objetivo de cualquier persona era el permanecer vivo, en cuanto las cosas se fueron controlando un poco han seguido con la máxima atención la evolución de los acontecimientos, y lo han hecho siempre desde la cooperación más absoluta y ausencia total de críticas que aportaran crispación o más problemas.
No puedo calificarla de otra manera que modélica. ¡Como siempre!
De todas formas, parece ser que poco a poco se va a poder retomar la actividad como están llevando a cabo algún club. ¿Cómo habéis recibido esta noticia?
Con la mayor alegría imaginable. Pero también con la máxima responsabilidad.
Me consta que actualmente están abiertos todos los campos de Golf de Navarra y me consta también que en las primeras 48 horas no ha habido ni un solo incidente en ninguno de ellos. Teníamos cierto temor a que así fuera por la interpretación de la normativa, pero parece que el protocolo de vuelta ha sido bien acogido y que está claro. Como coautor del mismo me felicito, pero sobre todo como miembro de un grupo de directivos federativos que hemos trabajado sin descanso para que todo estuviera en orden. Y me refiero tanto al ámbito nacional como al navarro, porque aquí también hemos sido un buen grupo de trabajo los que hemos estado encima en todo momento.
¿Están preparados los clubes navarros para esto?
Nadie, ni nunca puede estar preparado para esto. Ha habido momentos en que se escuchaba repetidas veces la sensación que tenían muchas personas de estar viviendo dentro de una película de ciencia ficción. ¿Cómo podíamos estar preparados para algo que ni siquiera imaginábamos que nos pudiera ocurrir?
Pero dentro de lo malo, los clubes se organizaron enseguida. Yo creo que, en general, la sociedad navarra se organizó enseguida. Vivimos en una tierra organizada, en una tierra en la que prima la seriedad sobre la pillería. Hay quien lo ha llevado peor, claro; y hay también quien se ha centrado más en que no le multaran que en no contagiarse. Pero son excepciones. Malas excepciones.
Los clubes navarros, como la inmensa mayoría de nuestra población, se prepararon contra reloj para lo que se les venía encima y gracias a esa actitud el problema ha sido mucho más llevadero para aquellos que hemos podido conservar la salud.
¿Qué puede suponer la vuelta a los campos para los clubes en particular y para el golf navarro en particular?
No es tanto lo que puede suponer como lo que supone a ciencia cierta: la supervivencia de los clubes. No tanto del golf, porque el golf ahí seguirá siempre, pero sí desde luego para los clubes.
Un club (cualquier club), se mantiene de las cuotas aportadas por sus socios. Y si los socios pasan demasiado tiempo sin poder disfrutar de las instalaciones se pueden dar de baja por varias circunstancias: o porque piensan que ya se darán de alta de nuevo cuando se pueda acceder al club, o porque se desaficionan al juego o al deporte en cuestión, o porque al pasar dificultades económicas no se puede mantener el nivel de gasto que supone la pertenencia a un club y el pago de sus cuotas. Y todo ello supone un coctel explosivo que bien pudiera haber terminado con la vida de alguno de nuestros clubes. No ha sido así y gracias a Dios ya estamos de vuelta.
A partir de ahora todos volveremos a disfrutar del juego y, poco a poco del resto de ventajas que supone ser socio de nuestros clubes, y con ello llevaremos mejor el pago de las cuotas que necesitan para sobrevivir.
¿Cómo vais a estructurar esta vuelta a la actividad?
Con la mayor tranquilidad del mundo. Lo primero que quiero que haga todo el mundo es jugar. Pero jugar con la mayor seguridad posible. Sabemos que el riesgo cero no existe mientras ahí fuera siga vivo el virus, así que al menos, que se pueda jugar con un nivel de riesgo aceptable, si es que se puede decir así, que no lo sé.
Por lo tanto, jugar es el primer objetivo. Pero digo jugar y evito decir competir. Eso lo dejaremos como mínimo para la segunda parte del verano. La competición siempre genera cierta tensión y es bueno que así sea, y lo que necesitamos ahora mismo es tranquilidad.
Lo segundo que tenemos que hacer es reactivar en cuanto se pueda el proceso electoral. Ya tuvimos elecciones. Ya se constituyó la nueva Asamblea y hasta terminó el plazo de presentación de candidatos a la Presidencia de la federación con un único candidato. Y cuando estaba en proceso el plazo de presentación de eventuales reclamaciones contra esta candidatura, y digo eventuales porque existiendo sólo una es muy raro que las pudiera haber, llegó la suspensión y mi continuidad como presidente en funciones. Ya creía que estaba en el tiempo de descuento y mira.
Por eso te digo ahora que ese tiene que ser obligatoriamente un objetivo prioritario al máximo: volver a la normalidad institucional y dejar que quien ya ha resultado ganador de las elecciones desarrolle la labor para la que le han elegido.
A partir de ahí supongo que se volverá a estructurar de nuevo el calendario de competiciones y resto de actividades, pero eso será ya cosa de la nueva Junta Directiva y Presidente.
¿Piensas que se podrá retomar alguna competición? ¿Cuáles?
Como acabo de comentar, no estará bajo mi responsabilidad tal decisión, pero al estar las competiciones aplazadas y no suspendidas espero que así pueda ser. Y si es posible la totalidad de las mismas, mejor que mejor.
En el plano personal, ¿Cómo has llevado esta situación?
En unas cosas bien y en otras no. Bien en cuanto al trabajo, porque como trabajo en seguros y no se suspendió su actividad, mal que bien he seguido teniendo trabajo. Además, yo llevo años teletrabajando, así que tenía preparados tanto los medios como el espacio en casa.
Supongo que para quien se haya quedado sin trabajo, aunque sólo sea temporalmente, o para quien viva sólo habrá sido mucho más duro y siento mucho que haya sido así. Y además, siento también que esto haya sido muy común especialmente en cuanto a dificultades laborales se refiere, que a la vista está cómo nos está afectando esta crisis en ese aspecto.
Pero decía antes que hay otro plano en el que no he llevado tan bien la situación. Y es que tengo dos hijos a los que todavía no he podido ver desde que comenzó el confinamiento. Estoy tranquilo porque con su madre están magníficamente bien atendidos y también porque he podido hablar y comunicarme con ellos todos los días, pero hecho mucho de menos el verles y el tenerles más cerca en estos momentos. Esto ha sido muy difícil.
Y muy complicado ha sido también el recibir las noticias del fallecimiento de algún amigo. Eso lo he llevado muy mal, especialmente en un caso. Y si se me permite, prefiero no hablar más de ello.
Del confinamiento total ya ha llegado el día en el que ya se puede salir. ¿Has aprovechado esta posibilidad?
Pues no mucho, la verdad. De momento sigo haciendo una vida bastante normal a la espera del fin de semana. Por la mañana no salgo porque teletrabajo, y por la tarde saco a pasear un rato a mi perro, al tiempo que aprovecho para pasear yo, y hago vida normal el resto del tiempo.
He de reconocer que siento algo de miedo cada vez que veo personas o imágenes de quien no guarda las distancias o el resto de instrucciones. Hay quien parece estar más preocupado por no ser multado que por no contagiarse y no lo entiendo. Se ponen en peligro ellos y nos ponen en peligro al resto. Y si nos confinaran de nuevo, no sé cómo reaccionaría con este tipo de personas.
¿Has ido a hacer algunos hoyos? ¿Cómo te sentiste?
No. Los dos primeros días porque he preferido estar en la retaguardia por si hubiera incidencias, que como ya he dicho antes no ha sido el caso. Es algo que no me cansaré de repetir que me parece ejemplar. Y volviendo a la pregunta, ayer miércoles estuve trabajando y tampoco es que haya salido un día de esos como para escaparse. Tengo muchas ganas de jugar. Muchas, pero por ahora debo esperar alguna fecha más.
Y ¿Qué sensaciones experimentaste al salir por primera a la calle vez en mucho tiempo?
En realidad, no he dejado de salir nunca porque al tener perro y la necesidad de sacarle a hacer sus necesidades, siempre he salido. Además, vivo en una casa con un poco de jardín y terraza y eso alivia mucho. No he sentido esa sensación rara de la que intuyo que hablas.
¿Te cruzaste con mucha gente?
Sí me he cruzado con bastante gente. Los primeros días me cruzaba con unas pocas personas que claramente estaban infringiendo las normas. No soy quien para decirles nada y tampoco hacía falta. Era obvio que se sentían mal al cruzarse conmigo. No actuaban bien y lo sabían, pero para eso hay otros encargados de velar por la seguridad de todos, y no yo.
A partir del momento en que pudimos pasear vino la explosión. Era normal. Muchos estaban encerrados desde hacía demasiados días y era normal que salieran de esa manera. Se auto reguló todo y entonces llegó la Fase I y vuelta a empezar. Hoy he leído que tenemos en Navarra 500 personas más en casa y con síntomas que la semana pasada. Dios quiera que la cosa se quede en eso y no enfermen de gravedad, y Dios quiera también que no tengamos que dar pasos hacia atrás. No creo que lo llevara bien.
¿Esto hace ver más cerca la luz al final del túnel?
Creo que cada vez estamos más cerca. Más cerca de disponer de un tratamiento médico que nos cure de esta enfermedad, más cerca de que exista una vacuna contra ella, más cerca porque cada vez hay más personas que lo han superado y que supuestamente ya son inmunes, más cerca porque por fin disponemos de mascarillas, guantes y trajes de protección para nuestros médicos, farmacéuticos y resto de trabajadores que velan por nuestra salud, más cerca por todo.
¿Cuál sería tu mensaje ahora para el resto de compañeros y deportistas?
Pues creo que sería un doble mensaje: En primer lugar, querría decirles que aprovechen bien esta oportunidad que nos está dando la vida. Que muchos otros ya no la tienen y no fue por su culpa, porque fueron contagiados sin saber que estaban expuestos. Todos pudimos haber sido contagiados en aquellos primeros días de marzo, porque no fuimos avisados a tiempo de lo que ocurría. Ahora sí lo sabemos, así que seamos responsables y evitemos los riesgos innecesarios de contagio. Les diría, por tanto, que cumplan con las normas y paremos así esta epidemia.
Y, en segundo lugar, les diría también que hay que saber ser agradecidos. Que hay que dar las gracias a mucha gente que durante todo este tiempo ha estado ahí, luchando para que tuviéramos comida, agua o luz. Pero sobre todo y por encima de cualquier otra cosa, que hay que dar las gracias a quienes se han jugado la vida para salvar la nuestra. Este mensaje ya lo pusimos en nuestra web a principios del confinamiento, pero hay que saberlo mantener.
A mí me gustaría que los jugadores de golf que son trabajadores del sector sanitario recibieran, durante un tiempo, la felicitación de sus compañeros de partido justo antes de empezar el juego. Me parecería muy bonito que así fuera.
¿En todos estos días de encierro has sentido en algún momento enfado, frustración o desconcierto?
Sí, de todo. Enfado cada vez que me he sentido engañado y han sido muchas. Cuando nos dijeron que el virus había cambiado su comportamiento en una sola noche como si fuera un animal inteligente cuyo comportamiento fuera voluntario, cuando llegaban mascarillas defectuosas, cuando se cometían errores imperdonables en las residencias de mayores, cuando volvieron a llegar más mascarillas defectuosas, cuando llegaron las buenas y nos dijeron que ahora sí había que ponérselas, pero, sobre todo, he sentido mucho enfado en cada ocasión que se ha perdido para pedir perdón.
Todo el mundo se puede equivocar. Nadie sabía nada de este virus a nivel ciudadano, pero hay que suponer que los gobernantes deberían haber sabido un poco más. Da lo mismo; hay que saber decir “me he equivocado y pido perdón”. Lo hizo Macron y le fue bien.
Frustración y desconcierto también he sentido de otra manera: cuando de repente te dicen “se ha muerto un amigo” y ves que no vas a poder ir a despedirle. Que no va a haber entierro o funeral. Que no vas a poder llorarle siquiera. Y cuando te despiertas unos días después, a falta de todo esto sigues pensando en él como si estuviera vivo y le fueras a ver mañana. Y vuelta a empezar con el duelo de nunca acabar. A mí al menos, esto se me ha hecho horrible y supongo que para los familiares de los fallecidos estará resultando una prueba insuperable.
Antes de poder salir ¿de qué manera intentabas hacer más llevadero el confinamiento?
Al principio de todo estuve muy atento a las instrucciones de los que sabían más que yo y todos coincidían en una cosa: establecer rutinas y respetarlas. Y eso hice y me fue bien. Me levantaba, aseaba, vestía y me ponía a trabajar hasta la hora de comer. Y después de comer, lo mismo hasta las siete. A esa hora y ocurriera lo que ocurriera, dejaba de trabajar y me cambiaba de habitación para hacer algo distinto. No sé, ver un poco la tele, hacer un crucigrama, cualquier cosa valía, pero cambiando de actividad. Sentía cierto alivio. Luego el paseo del perro, cenar y ver otro poco la tele, y a dormir.
No era muy atractivo visto ahora, pero sí ha sido suficiente como para poder llevarlo más o menos dignamente. Supongo que lo mismo que cualquier otra persona.
De todas formas, todavía no hay que echar las campanas al vuelo porque nos quedan muchas jornadas de permanecer en casa. ¿Cómo pasáis el rato?
Más o menos igual porque, es que no he variado mi rutina ni pienso hacerlo hasta no estar más o menos seguro de que no hay vuelta atrás. No quisiera, en ese hipotético caso que espero no suceda nunca más, tener que empezar de cero de nuevo. Prefiero mantener un perfil bajo en cuanto a optimismo. Ser optimista, sí; pero sin demasiadas expectativas.
Una de las cosas que se suele hacer es darle una vuelta a la casa limpiando y ordenando ¿Has encontrado alguna cosa por ahí de la que ya no te acordabas?
Mira, yo no pero mi mujer… unas cuantas. Y eso que no hemos hecho a fondo una actividad como la que describes. En nuestra casa sólo somos dos y llevamos un orden bastante riguroso de normal.
Además, y como te decía antes, he tratado por todos los medios de no hacer nada especial durante esta última temporada.
¿Cuál es tu opinión acerca de todo lo que está pasando en el mundo con esta enfermedad?
Me resulta muy curioso el cómo está afectando territorialmente al mundo. Cuando comenzó el lío yo creía que lo peor que podía pasar era que llegara a lugares como India o el Africa subsahariana. Y mira por donde, no parece que a fecha de hoy eso esté ocurriendo. A partir de ahí ya no te atreves a pensar mucho.
Yo no soy de los que creen en una teoría de la conspiración y que esto sea cosa de los servicios secretos de tal, o cuál, país. En absoluto. Eso lo dejo para los que están un poco chalados y no es mi caso (o espero que no lo sea, si se me permite la broma).
¿Cómo se ha producido esto y por qué? No lo sé. Ya nos lo dirán, pero mucho me temo que nos dirán tantas cosas que al final tampoco nos enteraremos de la verdad. Y, sinceramente, ahora mismo me da igual. Sólo quiero que se pase. Luego ya hablaremos de lo que haga falta hablar.
En una etapa bastante triste para deporte en particular y para todos en general, ¿Hay algo positivo con lo que nos podemos quedar?
Hay un tema que me ha molestado mucho y que no quiero dejar pasar. Yo soy de los que creen firmemente que deporte y política son como el aceite y el agua: que no se pueden mezclar. Y esta situación nos ha llevado a que todo se ha gestionado desde la política. Nos han dicho que ha sido desde la sanidad, pero ya sabemos todos que no es así.
Y, en particular, cuando la gestión del deporte la alejas de sus responsables, que normalmente son más aficionados al deporte que políticos de este o aquel pensamiento, todo se estropea mucho. Eso nos ha pasado a nosotros. Yo, desde ahí, quiero romper una lanza en favor del Instituto Navarro del Deporte, y lo hago ahora que dejo la Federación, así que ni espero que me compensen (lo digo para los malintencionados, que siempre los hay) ni tampoco van a tener ocasión de hacerlo. Y lo hago porque creo que ellos hubieran gestionado mucho mejor todo esto. Quiero que sepan que eso es algo que saco en positivo de todo esto: que ahora sé, mejor aún que antes, que el deporte tiene que estar obligatoriamente en manos de personas del mundo del deporte. Y dicho esto, añado a continuación: y no crean que me auto propongo para ello, que yo solo quiero descansar. Que nadie se lo tome por otro sitio, yo ya he estado veinte años en este lío. Ya he aportado todo lo que tenía que aportar. Ahora, a recibir las felicitaciones de aquellos que me aprecien, nada más.
¿Nos cambiará la forma de ver la vida después de esta situación?
Existe una mayoría de pensadores que dicen que sí, pero yo soy de los que creen que no. Si apenas han pasado unos días desde que nos dejaron salir un rato y ya nos hemos llevado las manos a la cabeza un montón de veces por lo que vemos…
Me parece que somos incorregibles y que nadie está dispuesto a renunciar a nada por ningún motivo. Conozco mucho a una persona que este lunes pasado, primer día de Fase I, me dijo: hoy es el primer día que no he salido a hacer la compra. ¿Tú crees que va a cambiar en algo o que va seguir igual? Y te hago otra pregunta que yo no sé responder: ¿Tú crees que debe cambiar? Yo, desde luego, no estoy seguro de la respuesta.
¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando se levanten todas las restricciones y hayamos vencido al virus?
Dar un abrazo a mis hijos. ¡Sin duda! Y después, dar otro a un par de amigos.