Los jugadores navarros reeditan de este modo el éxito logrado en 2016, superando las tres eliminatorias en juego, en un torneo igualadísimo que pudo tener más de un desenlace.

En una primera jornada, los de la Calle Monjardín superaron a la Real Sociedad de Tenis La Magdalena santanderina por 6 a 1; para después enfrentarse al Club Tenis Fadura de Getxo, al que también superaron por 5 a 2.

Y así se llegó a la última jornada donde se iba a producir el duelo fratricida ante los tenistas de la Ciudad Deportiva Amaya, cuya previa daba cuenta de la extrema igualdad del torneo.

Llegado a este último choque y en función del resultado que se diese, el Club Tenis Pamplona podría ser campeón o acabar segundo; Amaya se podría hacer con el título o jugar la fase de descenso y Fadura podría incluso descender automáticamente.

La victoria del Club Tenis Pamplona (5/2) desenmarañó este ovillo, llevándose el título a sus vitrinas, dejando a los getxotarras en segunda plaza y “enviando” a sus paisanos a disputar la fase de descenso.

La escuadra navarra, confeccionada únicamente por jugadores formados en la escuela, estuvo compuesta por el “Clan Sanz”: Eduardo y Alberto; Álvaro Fernández, Gonzalo Martínez, Ignacio Fonseca y Antonio Arenas.