El fin de semana del 30 y 31 de enero tuvo lugar en la madrileña localidad de Moratalaz, la Fase de Ascenso a la Segunda División de Goalball, organizada por la Federación Española de Deportes para Paralíticos Cerebrales y en la que tomaron parte nueve equipos de varias comunidades autónomas, incluido el de la Federación Navarra de Deportes Adaptados.
Esta cita era muy esperada entre las distintas escuadras participantes debido sobre todo a las novedades relativas al Sistema de Competición, que reunía a todos los conjuntos en un grupo único, disputando el torneo bajo el formato de liguilla todos contra todos.
Al final de estos 36 encuentros, los dos primeros clasificados obtendrían el premio del Ascenso a Segunda División de la Liga Nacional de Goalball. En esta ocasión los dos elegidos fueron el conjunto de Ciudad Real y Goalball.es Madrid Sur.
Por lo que respecta a la actuación navarra, nuestro equipo, constituido recientemente, pagó en cierta manera su inexperiencia en su segunda y más importante participación en un torneo nacional.
El cuarteto foral finalizó en una notable séptima posición, tras vencer con holgura a Menorca (10 a 0) y al Centro Recreativo de Madrid (5 a 12); caer por la mínima ante el Hamaika Bilbao (3 a 4) y perder con claridad ante equipos de mayor fuste como Barcelona, Levante, Rioja o los ascendidos Ciudad Real y Goalball.es Madrid Sur.
Buen torneo del conjunto navarro que da un paso más en su formación en este deporte.
Los resultados al completo, en el adjunto.
Algunos datos sobre el Goalball:
El goalball es el único deporte paralímpico creado para personas invidentes o con deficiencia visual, en el que dos equipos de tres jugadores cada uno intentan meter gol en la portería contraria mediante el lanzamiento (siempre raso) del balón con la mano.
La pista de juego es un rectángulo de 18 metros de largo por 9 de ancho donde a ambos lados se colocan dos porterías de 9 x 1.30 metros, en la que cualquiera de los tres jugadores de cada equipo intentará marcar y que el balón no entre en su portería, durante los 24 minutos de juego (dos tiempos de 12), que dura el choque.
El terreno se divide en seis áreas y todas las líneas del campo están marcadas en relieve para que sean reconocibles al tacto por los jugadores y así facilitar su orientación. El balón, muy parecido al de baloncesto (1.250 kg), lleva dentro cascabeles y fuera ocho agujeros para que el sonido aflore.
Por último, todos los jugadores llevan antifaz, para igualar la visibilidad de los participantes, ya que, como hemos dicho, además de invidentes lo practica gente con resto visual.