Adjuntamos entrevista realizada al joven discóbolo Mikel Ozkoidi en el portal web Deportenavarro.com

¿Cómo ha afectado la pandemia a tu deporte? 

Cuando se decretó el estado de alarma tuvimos que adaptarnos y entrenar por nuestra cuenta en casa, cada uno con los recursos que pudo conseguir (garrafas, mancuernas…). Durante los meses de confinamiento intentamos mantenernos en forma dentro de nuestras posibilidades, al mismo tiempo que veíamos cómo las competiciones se iban suspendiendo.

¿Habéis podido volver a los entrenamientos? 

Por suerte, hacia finales de mayo el Estadio Larrabide volvió a abrir sus puertas, con restricciones y protocolos de prevención, y poco a poco, pudimos ir reincorporándonos a los entrenamientos.   

¿Cómo es un entrenamiento ahora? ¿Qué ejercicios podéis hacer? 

En nuestro caso, los entrenamientos son bastante parecidos a los de antes de la pandemia. Al ser un deporte individual, no tenemos que hacer un gran esfuerzo para mantener las distancias de seguridad. Aún así, tenemos que estar pendientes de los aforos al trabajar en espacios cerrados; del uso de la mascarilla, de la desinfección del material… igual que en los demás ámbitos de nuestro día a día.

¿Y cómo está el tema de la competición? ¿La habéis retomado ya? 

Sí. Tanto la Federación Navarra de Atletismo, como la española publicaron en junio un nuevo calendario de competiciones ambicioso, pero que con mucho esfuerzo, se ha podido llevar a cabo. Durante los meses de julio y agosto la FNA organizó pruebas de control y campeonatos navarros de diferentes categorías que nos han ayudado a ponernos objetivos, hacer marcas y retomar el ritmo de competición. Por eso no me queda más que dar las gracias a ambas federaciones.

¿Cuál es el protocolo que estáis siguiendo a la hora de entrenar o competir? 

En ambos casos seguimos los protocolos generales de prevención: distancias de seguridad, mascarilla, desinfectante… En competiciones, todo el tiempo que estamos en la pista, tenemos que llevar la mascarilla puesta, excepto en el momento de lanzar.

¿Qué es lo que más echas de menos en tu práctica deportiva? 

Por suerte, cuidando bien la prevención, podemos seguir practicando todo lo que esta modalidad deportiva requiere sin perder entrenamientos.

¿Cómo estás viviendo personalmente esta situación? 

Con preocupación, incertidumbre y respeto. Viendo el panorama general, no me puedo quejar ya que de momento no he tenido ninguna incidencia grave con el virus. 

¿Qué es lo que más te está faltando durante todos estos meses?  

La vida social como la conocía. Poder juntarme con todo el que quiera sin pensar en el riesgo que supone, sin estar pendiente de si la gente cercana tiene síntomas, sin pensar en confinamientos… Muchas relaciones que tengo se están enfriando a causa de esta pandemia.

Todos los días se está hablando de la incidencia de los botellones y del comportamiento de la gente joven en la propagación del virus. ¿Qué piensas tú de esto como parte implicada? 

No comparto el que carguen las tintas solo contra nosotros, creo que es un acto de responsabilidad individual al mismo tiempo que colectiva. Se está poniendo el foco mediático en los jóvenes, para hacer pasar desapercibidos la cantidad de contagios que se están dando en los centros de trabajo. Y, sin intención de defender el botellón, creo que la exposición al virus es mayor en locales de hostelería interiores, que en el aire libre.

¿Crees que la juventud es consciente del peligro de esta enfermedad? 

Creo que como en todos los estratos de la sociedad, hay de todo. Hay quien es consciente y todo lo coherente que puede, hay quien siendo consciente mira por sus intereses y no cumple las recomendaciones, hay quien es obligado a saltarse las medidas para no perder su puesto de trabajo… no creo que se trate de la edad, sino de la personalidad y de las circunstancias de cada uno.

¿Opinas que estáis dando buen ejemplo en general? 

Generalizar nunca es bueno. En mi caso, al igual que otros amigos, nos lo estamos tomando con respeto y no nos está yendo mal. Pero en general, no sabría valorarlo.

En tu entorno ¿os cuesta mucho cumplir con las normas a la hora de salir por ahí?

Poco a poco ya nos vamos acostumbrando a vivir en esta nueva normalidad impuesta por esta pandemia; la mascarilla ya es un imprescindible al igual que el mantenimiento de distancias. Aún así, es cierto, que según con quien me junte, me he llegado a sentir “el raro” o el “exagerado” por pedir que se cumplieran las recomendaciones sanitarias, y eso hace que se me quiten las ganas de juntarme con esa gente.

¿Has estado tu confinado o tienes algún conocido que lo haya estado? 

No. De mi entorno, solo dos amigos han estado confinados, uno porque dio positivo y otro por haber estado en contacto directo con el.  

¿Cómo lo ha pasado? 

Supongo que con resignación y mucho aburrimiento. Me imagino que intentando llevarlo lo mejor posible, y con paciencia.

¿Qué les dirías a los jóvenes si pudieses dirigirte a todos ellos? 

Que vivamos con respeto y sin miedo. Que seamos solidarios y pensemos más allá de nuestros intereses personales. Tenemos que tomárnoslo con paciencia, llegará el momento de celebrar.  

¿Piensas que saldremos pronto de esto? 

Lo dudo. Visto el panorama actual, la falta de información, la incertidumbre general, la cantidad de casos que se diagnostican al día…   

¿La vacuna solucionará todos los problemas?

No. La vacuna tardará mucho en llegar, y no podemos olvidarnos de todas las familias que han sido condenadas a la precariedad, todas las personas enfermas que han sido y están siendo desatendidas por el colapso de hospitales, todas las personas que han quedado en el camino…  

Dentro de todo lo malo que nos está tocando vivir, ¿Crees que podemos sacar algo positivo?  

Sí, por supuesto; todas las iniciativas sociales, que de manera voluntaria y desinteresada han actuado solidariamente para intentar arreglar el daño que otros han causado.

¿Qué es lo primero que harás en cuanto concluyan todas las restricciones? 

Supongo que celebrarlo, a lo grande.