La Federación Navarra de Actividades Subacuáticas y el Club de Buceo Gran Azul, van a llevar a cabo el próximo sábado, día 17, en las instalaciones del Polideportivo de Berriozar, un “Bautismo de Buceo”, impartido por instructores voluntarios titulados por la Federación Española de Actividades Subacuáticas en la especialidad de Buceo Adaptado; en el que tomarán parte personas mayores de Cruz Roja, pertenecientes al programa de Envejecimiento Saludable de esta organización.

Cada participante hará una incursión bajo el agua acompañado en todo momento por un instructor guía. El “bautizado” no llevará ningún equipo encima, salvo un chaleco de calor y en algunos casos un pequeño lastre para poder mantenerse en el fondo.

Para la respiración no se utilizará el “regulador” propio de los instrumentos de buceo convencionales,  sino una máscara facial que irá conectada al equipo del instructor, así evitamos que lleven peso encima, buceando más libremente, y que no tengan problema las personas que no puedan morder con facilidad.

Estas máscaras son parecidas a las que utilizan los bomberos que cubren toda la cara. La colocación se hace en superficie, por lo que irán respirando por ellas en todo momento, teniendo la misma sensación sobre el agua que por debajo.

Para esta primera inmersión no es necesario ni siquiera saber nadar, es más, como comentaba uno de sus impulsores Miguel Carabantes, instructor de la Federación Navarra de Actividades Subacuáticas, y Presidente del Club Gran Azul: “puede ser un logro personal para ellos el sumergirse y romper esa barrera psicológica”.

Acerca de los temores que pudiera suscitar entre los mayores un medio “extraño” como el agua, Miguel,  también apuntó “que no les dé ningún miedo. La técnica que solemos utilizar es que vayan bajando por las escaleras o en la silla ellos solos; entonces van enfrentándose a sus miedos, con sus propios ritmos, y descubren que no importa el estar respirando en superficie o bajo ella, notando la sensación de cómo les va cubriendo el agua la máscara y ver los dos mundos desde esa posición”.

Antes de entrar en el agua, los instructores ofrecerán una pequeña charla a los participantes donde se les explicará lo que van a hacer y también de “las sensaciones que van a sentir”.

Las evoluciones de nuestros mayores serán seguidas en todo momento y como mínimo por dos instructores de apoyo en superficie.
   
Al finalizar la actividad, todos los que la realicen recibirán un diploma acreditativo como recuerdo.

Existen una serie de requisitos y ciertas incompatibilidades físicas indispensables para poder participar en esta “iniciación acuática”:

Los requerimientos son ser jubilado o prejubilado y rellenar un impreso de salud. Sobre este tema existen una serie de problemas físicos que son incompatibles con el buceo. Éstos, aunque están pensados para mayor profundidad (bautizos en el mar), se han “anotado al pie de la letra” para aumentar el umbral de seguridad.

Las incompatibilidades son:

•    Enfermedades coronarias graves.
•    Enfermedades pulmonares graves.
•    Haber pasado una crisis epiléptica en cinco años.
•    Perforaciones timpánicas.
•    Cualquiera que su médico valore que no es adecuado en ese momento.