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20/10/2020

Navarra se lleva el Trofeo a la Mejor Federación en la Copa del Rey

El Frontón de la Ciudad Deportiva La Torre de A Coruña fue el impresionante escenario en el que tuvo lugar, entre el 16 y el 18 de octubre la Fase Final de la LXXXI Edición de la Copa de S.M. El Rey por Federaciones en Frontón de 36 metros, donde seis comunidades autónomas se citaron para intentar llevarse la victoria en las cuatro categorías en liza.

De este modo, Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Navarra y La Rioja, iniciaron el viernes el camino para intentar llegar a las finales del domingo, en un trayecto pleno de ilusión y ganas.

Cumplen los favoritos en semifinales

Comenzó la degustación del menú con los compromisos de mano, donde en la pugna individual Castilla y León se enfrentó a La Rioja, mientras que Navarra hizo lo propio con Andalucía. 

En el primero de estos envites, el pelotari de Duruelo de la Sierra Luis Cabrerizo, bastante incómodo durante todo el partido, necesitó del tercer juego (10/3 y 9/10 - 5/1) para doblegar al riojano Jorge Altuzarra, quien vendió muy cara su derrota, llevando el partido hasta el desempate, donde el saque desniveló la contienda hacia el lado del representante de Castilla y León.

En la otra semifinal, triunfo “sin despeinarse” (10/0 y 10/4), del navarro Anartz Olano ante el pundonoroso manista almeriense Mario Martínez, que se mostró orgulloso de estar peleando con los mejores aunque le costara “Dios y ayuda” mover el material elegido por el seleccionador nacional y al que no está acostumbrado a utilizar.

Por lo que respecta a la lucha por parejas, navarros y riojanos intercambiaron los rivales y pelearon contra Castilla y León los unos y Andalucía, los otros. 

La dupla riojana, que dio entrada a Rodrigo Marín para acompañar en los cuadros alegres a Jorge Sánchez, no tuvieron mayores sobresaltos (10/1 y 10/4) para superar al combinado andaluz compuesto por Iván Martínez y Miguel Vizcaíno quienes, pese a la derrota, confesaron haber disfrutado muchísimo por las ganas que tenían de venir al torneo.

Y algo parecido a esto ocurrió en el último partido del viernes, en el que Navarra, con Oian Canabal y Aaron Arbizu sobre la cancha, dieron cuenta con relativa facilidad (10/1 y 10/5) de los salmantinos Fernando Vicente “Galgo “IV” y Raúl Corredera, quienes fueron de menos a más y se mostraron orgullosos de su participación en la Copa del Rey porque, como comentó Vicente “eso quiere decir que estamos ahí”.

Tras la lucha con la mano descubierta, el sábado por la tarde llegaron los duelos con la herramienta, donde Castilla y León y Navarra llegaban con la vitola de favoritos para lograr el billete a la final.

Comenzando por la Paleta Cuero, en la primera semifinal Navarra, mermada por la miserable pandemia que nos está tocando sufrir, ponía sobre la azulada cancha coruñesa para enfrentarse a La Rioja, a una dupla de circunstancias compuesta por Daniel Ramos en la zaga y el “palacortista” reconvertido, Alfonso Echavarren, en los cuadros delanteros.

Ambos se tuvieron que adaptar a la nueva circunstancia y acabaron venciendo (15/9 – 15/6) a Aritz Espinosa y Diego Velandia, en un partido en el que los riojanos lo intentaron, arriesgando en cada pelota, pero se vieron condicionados por la presencia de un delantero zurdo y la merma física debida al escaso entrenamiento.

En el otro partido, los anfitriones, Gonzalo Martínez y Yagoba Madariaga se medían al dueto castellanoleonés integrado por Ander Landeta y Álvaro Medina en un choque donde si no lograban jugar al máximo ritmo y arriesgando, poco tendrían que hacer.

Los gallegos dieron todo sobre la cancha y consiguieron con su pelota poner en ciertos apuros al rival en el primer juego, pero los pelotaris del Puertas Bamar se mostraron mucho más sólidos y con el cambio de pelota dominaron el juego para llevarse la victoria (15/10 y 15/7), y meterse en la final.

Finiquitada la Paleta Cuero, saltaron a la “bombonera” coruñesa castellanoleoneses y riojanos, protagonistas de la primera semifinal de Pala Corta y que venía con sorpresa incluida. Carlos Baeza no estaría acompañado por Imanol Ibáñez (lesionado en el sóleo en un entrenamiento de la semana anterior) sino que estaría auxiliado en la zaga por Daniel “Cholo” Arranz, al que, como se suele decir vulgarmente, “le cayó un papelón”.

En el otro lado, Adrián Abaigar y Manuel Gómez, intentarían aprovecharse de la situación, para dar la sorpresa y llevar a La Rioja a la Final. Pero no hubo opción a la confusión y en un partido bastante flojo, Baeza y Arranz vencieron en dos sets (15/9 y 15/6), para luchar por el título al día siguiente.

Donde sí hubo mayor emoción fue en la otra semifinal, con Cataluña y Navarra como actores principales de una trama en la que hubo de todo. En el primer juego Carles Sanz (imperial mientras se mantuvo en la cancha) y Emiliano Skufca pasaron por encima de unos desconocidos Mikel Sanz y Javier Labiano a los que el comienzo del partido les cogió poniendo todavía el “pegapalo” a sus herramientas.

Pero en el segundo acto y con cinco iguales en el luminoso, llegó la jugada que iba a marcar el devenir del choque: Carles Sanz, tras tener que rectificar para golpear una pelota que se le metió a pared, sintió un chasquido en su pierna y tuvo que abandonar el partido, siendo sustituido por un Agustí Brugués, que andaba entre bambalinas, y estaba más frío que la mirada de James Bond.

Este hecho cambió el devenir del choque, pues los navarros pudieron recuperar su juego para, primero, empatar y después llevarse la victoria en el desempate (15/4 – 9/15 y 7/10)

Navarra, con tres victorias, se lleva el triunfo final

Con todos los cuadros al completo, la maravillosa mañana con la que amaneció A Coruña, sólo podía ser presagio de una gran jornada de pelota que serviría para coronar a los nuevos vencedores de la Copa del Rey, donde Navarra podría hacer pleno tras estar presente en todas las finales de la competición.

Como en la víspera, la mano individual levantó el telón de la jornada con Castilla y León representada por Luis Cabrerizo, midiéndose a Navarra, defendida por Anartz Olano, en un partido en el que a la vista del marcador (10/2 y 10/2 para Navarra), algo inaudito tuvo que ocurrir.

Pero la única rareza de este duelo fue que Olano saltó al imponente escenario de La Torre con la lección bien aprendida, tremendamente concentrado, tranquilo y sabiendo perfectamente lo que tenía que hacer. Así las cosas, el navarro completó un gran partido apoyándose en su fenomenal golpeo que mantuvo a Cabrerizo II lejos de su espacio y que no puso un pero a su derrota en un alarde de franqueza: “Esto es así, no hay que darle más vueltas. Yo no he acertado las pelotas que he tenido y Olano ha jugado muy bien”.

El siguiente hito en el camino fue la pugna de parejas en la que Navarra y La Rioja se iban a disputar el triunfo final y donde el delantero riojano, Gorka Esteban, se erigía en la clave del partido; bien en la estrategia de su equipo buscando pelotas adelante para que fuera el protagonista; bien por parte navarra intentando que “no oliera una” y el juego se desarrollara atrás.

Y fue esta última la que se impuso a la postre, apoyada en un Joseba Aldave que salió a calentar más nervioso que Macgyver en una ferretería, pero una vez comenzado el partido le llegó la calma y comenzó a “soltar estopa” a diestro y siniestro, desarbolando a un Jorge Sánchez al que no le seguían las piernas y no pudo capear el chaparrón. 

En los cuadros delanteros Gorka lo intentó de todas las maneras posibles, pero se encontró con un Oian Canabal pletórico, que secundó a la perfección a su compañero, despejando la pelota cuando había que hacerlo y rematando con acierto cuando tuvo ocasión. La victoria (10/2 y 10/7), fue incontestable, como así admitió el delantero de Ezcaray: “Ellos han jugado mejor. No hemos sabido coger nuestro sitio en el primer juego y en el segundo, aunque hemos mejorado, no ha sido suficiente”.

Con las dos competencias de mano concluidas, los operarios del frontón coruñés echaron la red, indispensable para disputar los encuentros de herramienta.

En primera instancia, Alfonso Echavarren y Daniel Ramos, por parte navarra y Ander Landeta y Álvaro Medina, en representación de Castilla y León, se disputarían el cetro de Paleta Cuero en un encuentro en el que las claves estarían en el rendimiento de Alfonso Echavarren; en colocar la pelota a los pies de Ander Landeta y en lograr mover a Álvaro Medina.

Eso en la teoría, porque en la práctica y pese al resultado (15/12 y 15/10), la pareja castellanoleonesa hizo y deshizo a su antojo tal y como planearon en una charla la noche anterior a la final. Con un fenomenal Landeta y un egregio Álvaro Medina que, enorme y dominador cual Torre de Hércules, convirtió su paleta en batuta para dirigir el juego desde la zaga pese a arrastrar ciertas molestias en el hombro derecho.

En el otro lado, con la premisa clara de “no fallar”. Las cosas no fueron nada bien para los navarros que acumulaban demasiados errores no forzados. Incluso, con desventaja de 0 a 3 en el segundo juego, Alfonso y Daniel intercambiaron sus puestos para ver si las cosas iban mejor. Pero no fue así, Ramos siguió más perdido que un sordo en un tiroteo y el triunfo se fue con toda justicia para el rincón castellanoleonés.

Estos dos mismos intérpretes representaron la última pieza de la jornada, en un partido que se presentaba con muchos alicientes: la revancha para Navarra de los torneos de Clubes y Federaciones, en los que Carlos Baeza e Imanol Ibáñez derrotaron a Mikel Sanz y Javier Labiano. Y la posibilidad para Castilla y León de completar un brillante “triplete”. Lo primero quedo algo “cojo” por la inoportuna lesión del fenomenal delantero de La Peña – Abusu; pero el otro acicate se mantenía en todos sus extremos

Para ello la consigna era clara: Daniel Arranz debía sacar mucho, fallar poco y Carlos Baeza, romperla. Pero la dupla navarra no estaba por la labor y con un “pequeño ridículo” como el de semifinales era suficiente. 

Entonces, Sanz y Labiano salieron mucho más concentrados a la cancha y pese a no estar del todo adaptados a las características del frontón y desarrollar un juego algo irregular, lograron derrotar a la pareja de Castilla y León donde Carlos Baeza, poderoso como siempre, se tuvo que multiplicar para cubrir al Cholo que, aun jugando un gran partido, se le hizo muy cuesta arriba aguantar el ritmo en el aspecto físico.

Ester tercer triunfo de los pelotaris de la Comunidad Foral permitió a la Federación Navarra recoger el Trofeo a la Mejor Federación de la 81º Edición de la Copa Del Rey de Pelota en Frontón de 36 Metros.

Un torneo disputado en un gran escenario y en el que el cariño que la Federación Gallega de Pelota puso en cada detalle, hizo que durante tres días el único eco que se escuchara en el ambiente fuera el de la pelota impactando en un frontis tan azul y profundo como el mar.

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