Además de confeccionar el equipo ideal, tanto en sus variantes “mundial” y “foral”, nuestros “rugbytólogos” debieron acometer dos encargos más. Uno de ellos consistía en analizar los distintos puestos que conforman un equipo de rugby y establecer, a su juicio, cómo deberían ser y qué cualidades les debían adornar.
Este es el resultado de sus respuestas, en función de las cualidades que nos apuntaron todos ellos:
• Pilier
Los pilieres deben ser jugadores fuertes, robustos, tenaces, estables. Con mucha experiencia y capacidad de sufrimiento. También serán grandes trabajadores, con mucha resistencia física y no exentos de técnica. Hay también quien apunta para ellos un “culo acolchado”.
• Talonador
El “número 2” tiene que ser hábil, coordinado. Ágil pero a la vez robusto, fuerte, constante y preciso sacando la touch.
Más o menos como los pilieres, pero con especial manejo de balón y bastante avispado… podría ser el “segundo medio melé”.
• Segunda Línea
Fuertes, altos, ágiles, resistentes, dinámicos, con estabilidad y trabajo.
Los segundas líneas son portentos físicos, claves en la continuidad del juego en ataque, con buena capacidad de salto y equilibrio.
Para finalizar el análisis alguno apuntó que la altura no debiera ir en detrimento del garbo y que, a poder ser, protegiera bien sus orejas.
• Flanker
Placador, fuerte, rápido, resistente, activo y polivalente.
Estos jugadores deben ser conocedores de la táctica que hay que desarrollar, son los eslabones que hacen funcionar los sistemas de juego. Tiene que ser espabilado y según alguna que otra mala lengua “pacientes con el apertura”
• 3º Centro u 8
Placador, inteligente, hábil, fuerte, rápido, experimentado y resistente.
Casi calcado al flanker. Debe entenderse a la perfección con el medio melé y es un excelente conocedor del reglamento, él será el único que dialoga en el campo.
• Medio Melé
Técnico, ágil e inteligente, con visión de juego y gran pasador
Esta posición es la del director o directora de juego. Maneja de perlas el balón y debe leer el partido y el rendimiento de los suyos para desarrollar el ritmo adecuado. Algunos lo citan como “el cuarto flanker” y otros, algo más coloquialmente, lo definen como un “guindilla que tiene que ser paciente con el apertura”
• Apertura
Inteligencia, rapidez, visión de juego, buen pase, técnica y placaje
Estaríamos al lado del jefe del ataque y coordinador de la defensa. Poseedor de gran habilidad técnica con el balón, tanto con las manos, como con el pie… y “mirada de camaleón”
• 1º Centro
Técnico, potente, contundente, rápido, escurridizo, pasador y placador.
Podría asemejarse a un tercera, pero sin requerir tanta resistencia y sí mayor velocidad. Hay quien lo define en pocas palabras como "un atleta con cierta dosis de locura".
• 2º Centro
Experiencia, potencia y contundencia, pasador y placador
Estaríamos hablando de una especie de “segundo apertura”. Un elemento placador y de buen pase, muy rápido, escurridizo y contundente en el contacto. El mismo atleta del que hablábamos antes, pero cambiando la “locura” por “sensatez”.
• Zaguero
Rapidez, placaje, buen receptor, colocación y visión de juego
La mujer o el hombre que juegue en esta demarcación deberán tener una visión global del juego. Ser táctico, técnico, veloz, además de poseer el mejor pie del equipo. A todo ello deberá añadir un profundo conocimiento de la norma, ser seguro con las patadas y estar activo en las contras.
Hay algunos que lo tienen en tanta estima que lo definen como “todo” y otros, en un tono algo más relajado, indican que debe tener “cara de pocos amigos y estar sereno" (pero sólo cuando juega)
Así finalizan estos mandamientos que alguien resumió en uno: “Cada uno deberá tener ciertas habilidades individuales pero, principalmente, todos ellos deben ser buenos bebedores de cerveza…”