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27/09/2022

Ambientazo en las finales del Torneo San Fermín Txikito

El Frontón Labrit vistió el pasado viernes sus mejores galas para presenciar las finales del 50º Torneo San Fermín Txikito, con casi 600 incondicionales reunidos en la bombonera pamplonesa para presenciar un gran espectáculo que dejó a todos y todas muy satisfechos.

Décima txapela para Javier Labiano

En primer lugar saltaron a la cancha los protagonistas de la modalidad de Paleta Cuero, por un lado el vizcaíno Ander Landeta y el navarro Javier Labiano, uno buscando su primera victoria, el otro aspirando a la décima. Y por el otro los palistas locales, Rubén Ayarra y Alfonso Echavarren, ansiosos de “aguarle la fiesta” al nueve veces campeón.

En el primer juego Rubén y Alfonso salieron muy concentrados y agresivos y la táctica les fue bien, pues jugaron a un gran nivel y lograron poner en muchos aprietos a sus rivales colocando el marcador en los primeros compases del choque en  2 a 6, ante unos rivales que también cometieron más errores de la cuenta.

Pero Landeta y Labiano no se pusieron nerviosos y poco a poco lograron “domar” ese ímpetu de sus rivales para ir enjuagando la ventaja y decantar el juego a su favor y concluir venciendo el primer envite por un ajustado 15 a 13.

El segundo juego fue otra historia y los fallos cambiaron de bando, Ayarra y Echavarren intentaron seguir con su agresiva táctica, pero los errores lastraron su juego para acabar perdiendo por 15 a 6, lo que otorgaba a “Míster San Fermín Txikito” su décimo entorchado.

Emoción hasta el final
Tras la paleta llegó el turno de la Pala Corta, donde la pareja Campeona de España compuesta por Carlos Baeza e Imanol Ibáñez separó sus caminos para asociarse con Asier Mayo el uno y Julen Mendizabal el otro y protagonizar una final que tuvo de todo, sobre todo emoción.

Baeza y Mayo estuvieron mejor en un primer duelo que se igualó en su tramo final, para acabar cayendo del lado de la dupla segoviano – navarra por 15 a 14.

Pero en el segundo asalto las tornas cambiaron e Imanol Ibáñez, bien auxiliado por el debutante Mendizabal, comenzó a “soltar mandobles” a diestro y siniestro para firmar un parcial de o a 7 que fue imposible contrarrestar por Baeza y Mayo, que vieron como se les iba el juego por 5 a 15 y se la tenían que jugar en el desempate.

Aquí emergió la figura inconmensurable del segoviano, que se echó el partido a las espaldas y dio un curso gratuito de cómo se juega a pala corta, para acabar ganando el juego (10/8) y alzarse con su tercera estatuilla de San Fermín revalidando el título del pasado año, logrado en compañía de Javier Labiano.

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