Javier Arilla, director técnico de la federación Navarra de Béisbol, fue invitado por la franquicia de la Major League Baseball (MLB), Los Ángeles Dodgers para acudir a una de sus academias, la Camelback Ranch en Phoenix Arizona; y trabajar con los jugadores que les llegan desde la República Dominicana.
Arilla está rodeado de los técnicos y responsables de los equipos de las ligas menores de los Dodgers de Estados Unidos y República Dominicana. En total son 75 personas entre técnicos, estadistas y responsables de distintos departamentos, quienes se juntan una vez al año durante un mes para desarrollar programas de mejora para un número concreto de jugadores de toda la organización. Javier cuenta además con la inestimable ayuda de Paco Figueroa, Manager de la Selección Española de Béisbol y Responsable de Bateo de las Ligas Menores de los Dodgers.
Pese a que el técnico navarro trabaja con los dominicanos, todo el trabajo de campo se lleva a cabo en inglés, llegando a tener que usar pinganillos para traducir las instrucciones a alguno de los jugadores que desconocen el idioma.
Javier se muestra encantado con el trato que ha recibido desde su llegada: “Nada más arribar, tuve que llevar a cabo una presentación en público a todos los técnicos y estadistas y contarles lo que hacía. No tenía ni idea de que fuera capaz de hacerlo. Me cuesta pero el tema del inglés lo llevo mejor de lo que me esperaba. Después de la reunión todo el mundo (todos muy cercanos en el trato) vino a saludarme y a darme la bienvenida”.
El que fuera entrenador del Béisbol Navarra se encuentra también “alucinado” por todos los medios y la calidad de las infraestructuras del campus, “las instalaciones son espectaculares, al igual que la tecnología que utilizan (como sesiones de video o cámaras superlentas), para mejorar la efectividad sobre la mecánica de sus lanzamientos”.
Al cierre de este artículo, Javier se dirigía a presenciar el partido entre dos conjuntos de la MLB (Arizona Diamondbacks y Los Ángeles Dodgers), al que fue invitado por los técnicos del conjunto anfitrión.
“Me tratan – concluye Arilla - como uno más, me lavan la ropa, me limpian las zapatillas, cuando algunos jugadores se enteraron que me mandaba la MLB iban acercándose, para saludarme y ofrecerme su contacto.... ni en sueños hubiera pensado vivir una experiencia de este tipo de la que espero aprovechar todo lo que pueda”.
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